Una explosión en una mina de carbón en el norte de China mató a por lo menos 54 trabajadores y otros 22 se encuentran desaparecidos, informó este jueves el gobierno.

Fue el tercer gran desastre que ocurre en las últimas semanas en minas de carbón, una industria que sufre una gran cantidad de accidentes en China.

La explosión ocurrió el miércoles en la mina privada conocida como Carbonera Liuguantun, ubicada en Tangshan, en la provincia de Hebei, en momentos en que había unos 186 mineros bajo tierra, informó la agencia oficial de noticias china Xinhua.

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Unos 84 mineros lograron escapar por su cuenta y otros 31 fueron rescatados, pero tres de ellos murieron posteriormente.

Los cadáveres de 51 trabajadores fueron recuperados de la mina para la madrugada del jueves, lo que elevó la cifra de muertos a 54, de acuerdo con Xinhua.

Equipos de rescate estaban buscando a 22 personas que aún estaban atrapadas en la mina, agregó el despacho de Xinhua.

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Un informe preliminar de Xinhua el miércoles anunció que 123 trabajadores se encontraban en la mina al momento del accidente.

El director de la Administración Estatal de Seguridad en el Trabajo, Li Yizhong, y el director de la Administración Estatal de Seguridad en las Minas de Carbón, Zhao Tiechui, viajaron de Pekín al lugar del accidente la noche del miércoles.

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El año pasado, más de 6.000 mineros fallecieron en incendios inundaciones, derrumbes y explosiones, lo que convierte a las minas de China como las más peligrosas del mundo.

La corrupción, las débiles medidas de seguridad y los equipos en pésimo estado se encuentran entre los factores más comunes para que ocurran esos accidentes.

El gobierno chino ha ordenado el cierre de miles de minas inseguras y ha castigado a los dueños de las minas que se interesan más por las ganancias que por la vida de sus trabajadores.

Sin embargo, las enormes necesidades de energéticos de China, debido en parte a su economía en auge, ha complicado el tema de la seguridad en las minas.

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Los accidentes en minas se informan casi diariamente, y en algunas hay grandes cifras de muertos. El peor accidente de los últimos años ocurrió en febrero en la provincia nororiental de Liaoning, donde una explosión mató a 214 mineros.

El martes, equipos de rescate recuperaron el cadáver del último minero desaparecido en la explosión ocurrida el 27 de noviembre en la mina de carbón de Dongfeng, en la provincia nororiental Heilongjiang, lo que elevó la cifra de víctimas fatales a 171.

Las autoridades han intentado infructuosamente desde hace días obtener una cifra exacta de cuántos mineros se encontraban bajo tierra cuando ocurrió la explosión, lo que subraya la mala administración y el descuido de las medidas de seguridad que afectan a la industria.

El accidente llevó al premier chino Wen Jiabao a declarar el fin de semana que la industria era   caótica y sin el funcionamiento de las medidas de seguridad, de acuerdo con Li Yizhong, director de la Administración Estatal de Seguridad en el Trabajo de China.

En tanto, los equipos de rescate desplegados en la mina de carbón de Sigou, en la provincia central de Henan, aún estaban el miércoles tratando de salvar a 42 mineros atrapados bajo tierra después de que la mina se inundó el viernes pasado, indicó la agencia Xinhua.

Algunos buzos fueron enviados para llevar a cabo la búsqueda, y los equipos de rescate también colocaron un micrófono dentro de la mina para ver si escuchan señales de vida.

Hasta ahora, no hay indicios de que los trabajadores hayan logrado sobrevivir.

Un total de 76 mineros trabajaban bajo tierra al momento que ocurrió la inundación y 34 lograron escapar.

Las autoridades han detenido a 10 elementos de la mina, entre ellos el dueño, que había huido pero fue arrestado después de una   cacería masiva, informó la agencia Xinhua.

Las autoridades, como un esfuerzo para limitar estos accidentes, a menudo suelen castigar a funcionarios de minas locales o a trabajadores gubernamentales, muchos de los cuales intentan huir.