En Bagdad, otra vez se postergó el juicio contra Saddam Hussein, quien se mostró enérgico.

Estados Unidos está en peligro de sufrir ataques terroristas porque el Congreso y la Casa Blanca no han aprobado medidas de seguridad adecuadas, concluyó la disuelta comisión que estudió los hechos del 11 de septiembre del 2001 integrada por diez legisladores, cinco demócratas y cinco republicanos.

Para el gobierno no es una prioridad en este momento, dijo el ex presidente de la comisión Thomas Kean. El grupo dará a conocer un informe el próximo domingo en que evalúa la aplicación de sus recomendaciones.

“Que Dios nos ayude si sufrimos un nuevo ataque”, manifestó Kean, ex gobernador republicano de Nueva Jersey.

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El demócrata Lee Hamilton, ex vicepresidente del grupo de legisladores, expresó que este no concluye que habrá un nuevo ataque, pero sí determina que EE.UU. no está preparado para enfrentar un atentado como debería estarlo.

El juicio a Hussein
En Bagdad, el ex dictador Saddam Hussein se mostró ayer enérgico en la  tercera audiencia de su juicio y afirmó que “no tiene miedo de la pena de  muerte”, en una sesión marcada por enfrentamientos entre la defensa y el  tribunal.

En tanto, el secretario de la Defensa estadounidense,  Donald Rumsfeld, criticó ayer la cobertura mediática de la guerra en Iraq, acusándola de apresurarse a informar sobre historias negativas sobre el  ejército estadounidense.

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Afirmó que los medios fallaron en dar “toda la historia” de Iraq y de centrarse en bombardeos y ataques o alegaciones sensacionalistas.

“Hemos llegado a un extraño punto en este país en que lo peor sobre Estados Unidos o nuestro ejército parece ser tomado rápidamente como verdad por la prensa e informada y difundida por el mundo, muchas veces con poco contexto y  poca corroboración, dejando de lado las correcciones o la responsabilidad luego del hecho”, afirmó.

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Traslado de prisioneros
Mientras, la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, declaró que el traslado de prisioneros a otros países es una herramienta vital en la lucha contra el terrorismo, y negó el uso de tortura “bajo ninguna circunstancia”.