La bloque parlamentario del Partido Social Cristiano (PSC) nombró a Javier Cazar como su nuevo vocal en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), mientras que el vicepresidente del este organismo, Vicente Naranjo, fue reemplazado por Sandra Cabrera, también de Pachakutik.

Naranjo entregó la renuncia en la mañana al Congreso, el que, luego de obtener 66 votos a favor de 73 legisladores, la aceptó.

El vocal de Nuevo País, Guillermo González, también fue cesado en funciones, y su vocalía fue entregada a la Democracia Popular, que designó a Marco Benavides, informó Teleamazonas.

Publicidad

Con 38 votos, el Pleno del Congreso en sesión extra también aceptó la renuncia del titular del TSE, Gilberto Vaca.

Naranjo está acusado de estar implicado en el caso del notario fallecido de Machala, José Cabrera.

Según analistas, el relevo de los vocales supone una inminente derrota del Gobierno por cuanto el nuevo Tribunal estará conformado por representantes de los partidos que se oponen a la iniciativa del presidente Alfredo Palacio.

Publicidad

En ese sentido, los dirigentes que respaldan al mandatario consideraron el hecho "un nuevo boicot contra el plebiscito". "Creo que la reforma del Gobierno prácticamente ha sido boicoteada por los socialcristianos. Seguramente conseguirán salirse con la suya para que no haya Asamblea Constituyente", declaró Luis Villacis, del Movimiento Popular Democrático (MPD).

El Congreso rechaza la convocatoria a una Constituyente por temor de que esta determine su revocación. En su lugar propone, una Asamblea Constitucional que reforme la Carta Magna, pero sin alterar los poderes del Estado.

Publicidad

En opinión de analistas, los cambios adoptados en el TSE llevarán al régimen a jugarse el todo por el todo en favor de su proyecto, aprovechando el desprestigio del Congreso, aunque sin que todavía pueda dilucidarse una estrategia.

"No entiendo por qué Palacio quiere agravar la pugna de poderes cuando no tiene una propuesta clara de reforma, es decir, sin un libreto definido sobre las cosas que quiere cambiar a través de una Constituyente", señaló Simón Pachano, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales  (Flacso).

Los renovados planes del presidente de Ecuador cuentan con el respaldo de sectores sociales e indígenas, que más que un cambio propiamente dicho, quieren pasarle factura al Legislativo.

"El Congreso tiene que irse a la casa. Decir que el Ejecutivo no tiene fuerza es una justificación para no escuchar al pueblo ecuatoriano que pide una Constituyente", dijo Lourdes Tiban en Ecuavisa.

Publicidad