Alberto Fujimori, detenido  en Chile desde octubre pasado, insiste en su intención de aspirar a una reelección pese a que el Congreso peruano lo inhabilitó diez años de participar en cargos públicos.

Igual propósito  manifiesta el mayor retirado Antauro Humala, apresado  tras la revuelta en enero pasado, para intentar derrocar al actual presidente Alejandro Toledo y en la cual murieron cuatro personas. Él cuenta con un partido y las leyes en su país lo facultan para candidatizarse porque no tiene una condena en su contra.

Lo mismo ocurre con Víctor Polay, líder del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, preso desde 1992.