El presidente de Venezuela acusó a Washington de  querer asesinarloy de boicotear las elecciones.

El Tribunal Supremo de Venezuela (TSJ) llamó ayer a participar en las elecciones legislativas de mañana concurriendo masivamente a las urnas, tras el retiro de candidatos de la oposición. Omar Mora, presidente del TSJ, dijo que el votar es un “derecho inalienable” de los venezolanos y uno de los pilares del sistema democrático.

El gobierno ha denunciado como “golpista” el llamado a la abstención y el retiro de las candidaturas de la oposición, que dice son un intento de debilitar el sistema democrático y de desestabilizar al país en busca de derrocar al presidente Hugo Chávez.

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El partido socialdemócrata Acción Democrática (AD) rompió su compromiso de participar, adquirido el pasado lunes ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), aunque anunció que vigilará los comicios.

Analistas coinciden en que el enemigo al que hay que derrotar es la abstención, que en las últimas elecciones parlamentarias, en julio del 2000, se situó en el 43,95%.

Catorce millones y medio de venezolanos podrán acudir a las urnas para elegir a 167 parlamentarios de la Asamblea Nacional del periodo 2005-2010, doce representantes en el Parlamento Latinoamericano y cinco del Parlamento Andino.

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La oposición impugna un controvertido mecanismo de votación automatizado y con  un sistema mixto de elección por lista y nominal, establecido por una ley promulgada por el presidente Rafael Caldera en 1998, tras décadas de denuncias de todos los partidos sobre fraudes en los escrutinios manuales.

Pero la oposición desconfía del sistema automatizado y del CNE, que tiene cuatro de cinco miembros identificados con el oficialismo, y ha pedido retornar el conteo manual.

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Analistas prevén que  el chavismo logrará casi la totalidad de los 167 escaños de la Asamblea Nacional, lo que permitirá al mandatario hacer pasar reformas para consolidar su poder y realizar su proyecto de un “socialismo del siglo XXI” en el país.

“Chávez va  a meter mucho más que 80% de representantes de la Asamblea Nacional”, según la firma de encuestas e investigación Datanálisis.

Pero una alta abstención y la ausencia de la oposición arrojarían dudas sobre la legitimidad del proceso.

Veneconomía, grupo de análisis político y económico local, comentó que “la mayoría de los venezolanos verá la nueva Asamblea electa como ilegítima, o algo peor”.

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“La imagen internacional de Chávez también podría sufrir: los gobiernos que controlan cerca del 100% de sus legislaturas son dictaduras, no democracias”, añadió.

El vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, afirmó ayer que la retirada electoral de la mayoría de los adversarios del gobierno decretó “la muerte política de la oposición”, a la que acusa de estar manipulada por EE.UU.

Rangel afirmó que aparecerá en el país “una nueva oposición demócrata y autónoma, que no estará dirigida por Washington”.

“La IV República ha muerto en Venezuela”, añadió al referirse a la anterior etapa democrática, antes de la llegada al poder de Chávez en 1999, dominada por los tradicionales partidos socialdemócrata Acción Democrática (AD) y socialcristiano (Copei).

Ayer, el ministro de la Defensa, Orlando Maniglia, acotó que el país está “seguro y en calma” y que la Fuerza Armada Nacional (FAN) se mantiene  en estado de “alerta”.