El técnico de Portugal, el brasileño Luiz Felipe Scolari, dijo el pasado miércoles que aceptaría volver a dirigir a la selección de su país, que quiere enfrentarla solo en la primera fase de Alemania-2006 y que prefiere al equipo con el que ganó el Mundial del 2002 sobre el que hoy dirige Carlos Alberto Parreira.

Scolari, quien participó en la jornada del II Foro deportivo internacional Footecon, que se realiza en Río de Janeiro, indicó que luego del torneo germano “mi intención es seguir en Europa, en algún club tal vez”.

“Ya tengo una propuesta, pero solo son contactos. Todo dependerá de los resultados en el Mundial”, dijo, para acotar que “si me convidasen (de la confederación brasileña), tendría mucho gusto en aceptar, claro. Pero repito que mi plan es quedarme unos cuatro o cinco años más en el fútbol europeo”.

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Felipao, quien en Corea y Japón 2002 llevó a Brasil a ganar el pentacampeonato mundial, expresó que no quiere chocar con la ‘auriverde’ en las fases decisivas mundialistas. “Prefiero no enfrentar a Brasil, pero si aquello ocurre que sea en primera fase”, indicó.

“No me gustaría encararlo en un matar o morir”, señaló a periodistas, aclarando luego que en el sorteo que se realizará el viernes 9 en Zurich “podemos caer en un grupo de la muerte o la vida”.

Si bien evitó comparar la selección que condujo al título en Corea y Japón con la que ganó la Copa de Confederaciones y clasificó primera de Sudamérica al Mundial 2006 de la mano de Carlos Alberto Parreira, Scolari expresó su preferencia por la primera.

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También alertó que piensa llevar a Portugal lejos en el Mundial alemán y que “mi idea es estar entre los ocho mejores”.

“La mejor ubicación de Portugal fue un tercer lugar en 1966. Después, solo en el 2004, cuando fuimos vicecampeones de la Eurocopa. En el Mundial soñamos con llegar más lejos”, expresó.

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Scolari habló con periodistas al terminar su charla durante el II Foro Internacional de Fútbol que se realizó con profesionales de distintas áreas del deporte y en la que participaron el técnico alemán Juergen Klinsmann y el brasileño Carlos Alberto Parreira.