Héctor Toledo, del club Naval de segunda división, se convirtió en el primer futbolista chileno sentenciado a prisión bajo una nueva ley para contener la violencia en los estadios.
  
Toledo dijo que apelará la sentencia emitida el jueves por la Corte de Apelaciones de Arica, 2,000 kilómetros al norte de Santiago, que lo condenó a pernoctar 41 noches en una cárcel por un incidente de hace tres años en el que golpeó a un árbitro.
  
El dictamen conocido el viernes rebajó sustancialmente la pena inicial de 541 días dictada por un juez, pero Toledo dijo al diario El Mercurio que apelará,   porque no soy un delincuente.
  
La situación de Toledo es doblemente delicada porque su club, de la ciudad de Talcahuano, 500 kilómetros al sur de la capital, fue relegado a la tercera división y no ha pagado los sueldos a sus jugadores hace tres meses.
  
Por ello, dijo el jugador, carece de recursos para pagar su defensa legal, y espera la ayuda del sindicato de futbolistas.
  
El incidente que puede llevar a Toledo a la cárcel ocurrió en 2002, cuando el jugador defendía al club Lota, y golpeó al árbitro René de la Rosa luego que éste cobrara un penal en su contra.