La mujer belga que detonó su carga explosiva en Iraq a principios de este mes en un ataque contra un convoy de EE.UU., Muriel Delgauque, de 38 años, fue una ex vendedora de una panadería de Bélgica, convertida al islam radical, señaló ayer sorprendida la prensa de su país.

Una joven con cabellos castaños, labios maquillados y ojos delineados de negro, se convirtió al islam tras casarse con un turco.

Al regresar a  Bélgica fue a Bruselas y comenzó a usar la burqa (traje que cubre todo el cuerpo a la mujer) y el velo.

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Ayer seis personas fueron inculpadas por este caso que conmueve a ese país.

Además,  la Unión Europea adoptó un plan de lucha antiterrorista que incluye una estrategia para frenar la radicalización y  reclutamiento de terroristas a partir del control de imanes (líderes) que preconizan la violencia, internet y los desplazamientos hacia zonas de conflicto.

Varios gobiernos europeos enfrentan desde hace tiempo la existencia de centros de reclutamiento de terroristas ubicados  en sus países, capaces de preparar kamikazes para cometer atentados en Europa (como los de Madrid y Londres) o en zonas de conflicto como Iraq.