Quien piense que Walt Disney es un gran estudio cinematográfico que elabora películas para niños está muy equivocado. Walt Disney es algo muy distinto: una gran fábrica de entretenimiento familiar. En esa perspectiva cobra sentido su gran presencia en el sector de los medios de comunicación, pues redondea la difusión, promoción y consumo de toda la variedad de sus productos.

A qué viene todo esto. Bueno, actualmente, una de las telenovelas más vistas por los niños y adolescentes es Floricienta, que significa una nueva incursión de Walt Disney en el campo de las telenovelas. La serie es hasta cierto punto “inocente”, al más puro estilo Disney: entretenimiento no ofensivo.

Al mismo tiempo, entre las telenovelas más vistas en cada temporada están las que se enfocan en el público adolescente y postadolescente, tipo la exitosísima Rebelde que la pasa Gamavisión todos las noches. Se trata de una serie sobre un grupo de adolescentes de un colegio de “alta sociedad” que, aparte de los problemas típicos en el colegio, despierta a la sexualidad y a la vida.

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En realidad, es una pésima producción. Con todos los estereotipos y donde lo moderno equivale a la chicas sobrehormonadas que se lanzan sobre el pubis de quien se cruce en el camino. Y lo chicos, aparte de hacerse los locos en la sobreoferta de hormonas, son unos pelmazos cuyo gran aporte es el arete en la orejita… Rebelde trata de utilizar una estética posmoderna en la cual las chicas son las duras y los jóvenes unos tontos para captar su público. En realidad, no es más que una serie que pone a los estereotipos en una onda fashion.

¿Qué relación hay entre Floricienta y Rebelde? Bueno, la misma que entre ‘Magneto’ y ‘A todo dar’... Floricienta crea el gusto, Rebelde lo afirma y sirve, además, para  reclutar o probar a las futuras estrellas de la telebasura. Y no se preocupen, luego la “carne de cañón telenovelesca” (los televidentes) ya llegarán a su punto con las horas y horas de emisiones diarias.

Alguna vez un periodista deportivo se quejaba desconsolado:  “¿Cómo dicen que el Ecuador es un país futbolizado? Para nada, “el Ecuador es un país telenovilizado”. Y es cierto, actualmente en la TV ecuatoriana se emiten más de 18 horas diarias de telenovelas.

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Pero no solo es Ecuador, los melodramas son un patrimonio latinoamericano que ni siquiera el comandante Chávez ha podido erradicar (ni lo podrá), aunque, hoy por hoy, la industria del melodrama venezolano ande de capa caída y sea Colombia la que haya tomado el segundo lugar en producción de teleseries.

Pero vamos a lo nuestro. Hoy tenemos a Floricienta en las pantallas y tras su estética inocente vemos que está la intención de formar un gusto por el melodrama que después haga que los adolescentes consuman el siguiente capítulo de la teleserie similar a Rebelde. Y luego consuman en su madurez y en su vejez… etcétera, etcétera.

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¿Se puede pensar en peor pesadilla cultural? Una de las estrategias más perversas.