La lujosa recepción del Park Hotel Weggis, donde la selección brasileña de fútbol realizará su preparación final para la Copa del Mundo del 2006, tendrá un aviso especialmente encomendado por el técnico Carlos Alberto Parreira: "Deje su ego afuera".

Reconocidos y valorados en todo el mundo por su talento, los jugadores brasileños precisan ser "estrellas con espíritu de operarios" para que Brasil vuelva de Alemania con su sexto título mundial en el equipaje, de acuerdo al entrenador.

"Si no conseguimos controlar el ego de esos jugadores, tengo la certeza de que Brasil no va a conquistar el hexacampeonato", advirtió el martes Parreira en Río de Janeiro.

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"Ese es nuestro mayor desafío, reunir a jugadores que son astros en todo el mundo y convencerlos para trabajar apenas por este objetivo común", agregó.

Actual campeón del mundo, de la Copa América y de la Copa Confederaciones, Brasil es considerado dentro y fuera del país como favorito para conquistar el título mundial en el 2006.

El gran momento de algunas de sus estrellas, como Ronaldinho Gaúcho y Kaká, aumentan la perspectiva de otra conquista para Brasil.

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Sin embargo, Parreira volvió a recordar que el favoritismo es un factor ajeno al campo de juego, y que la historia de la Copa del Mundo demuestra que muchos favoritos no alcanzan su objetivo.

"Todas las conquistas sirven apenas para mostrar que estamos en el camino correcto, nada más. Muchos favoritos volvieron para casa sin el título, como Hungría en 1954 y Holanda en 1974. El favoritismo tiene que ser probado en cada partido".   

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NO ENFRENTAR A COMPATRIOTAS
En relación al sorteo de los grupos para el Mundial previsto para el 9 de diciembre, Parreira afirmó que no tiene preferencias por los adversarios para la primera fase.

Sin embargo, admitió que le gustaría de evitar enfrentamientos con los otros tres técnicos brasileños que competirán en Alemania: Luiz Felipe Scolari (Portugal), Zico (Japón) y Alexandre Guimaraes (Costa Rica).

El entrenador también adelantó que tendrá que tener cuidado con las selecciones de países europeos ya que éstas jugarán en su propio continente, donde el único extranjero que logró llevarse un título fue Brasil, en Suecia 1958.

"Son 14 europeos contra Brasil y Argentina", dijo Parreira en relación a las dos potencias del fútbol sudamericano como candidatos a luchar contra los europeos.

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"Todos estarán especialmente contra Brasil porque si conquistamos el hexa, va a quedar una diferencia muy grande con los otros, van a pasar 200 ó 300 años para que nos igualen", agregó.