Una explosión de gas grisú en una mina de carbón de la provincia nororiental china de Heilongjiang dejó atrapados anoche a 160 mineros, informó ayer la agencia Xinhua.

De los 200 mineros que se encontraban trabajando en el interior de la mina, solo 40 pudieron escapar.

El director de la Administración Estatal de Seguridad Laboral del Estado, Li Yi Zhong, que acababa de regresar a Beijing desde Harbin, donde el río Songhua quedó contaminado por el benceno derramado tras la explosión de una planta petroquímica de Jilin, viajó ayer de nuevo a la misma provincia debido al accidente minero.

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Los accidentes mineros en China causan oficialmente 6.000 muertos al año,  aunque estimaciones independientes consideran que la cifra es de 20.000 víctimas.

La explosión ocurrió en la mina propiedad de la compañía Dongfeng, perteneciente al Grupo Minero Heilongjiang Longmei en la localidad de Qitaihe.

Otra agencia de noticias, la semioficial Noticias de China  (News service-CNS), mencionó que hasta anoche había 138 desaparecidos de un total de 220 mineros que se hallaban en el fondo de la mina cuando se  produjo la explosión y fueron 42 los que escaparon.