Luego de 72 horas, la provincia de Imbabura vuelve a paralizarse hoy, desde las 06h00, debido a una medida de hecho anunciada por los habitantes de 160 comunidades indígenas asentadas en el norte de Pichincha y sur de Imbabura.

El pasado jueves fue un sector de los transportistas interprovinciales, quienes por un lapso de 18 horas sitiaron las vías de esta provincia, viéndose afectados, dijeron, por una  resolución del Consejo Nacional de Tránsito.

Ahora son los indígenas quienes reclaman los recursos económicos para la ejecución del proyecto de agua potable Pesillo–Imbabura, declarado como prioritario por el Gobierno desde hace más de dos años.

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La decisión fue adoptada el pasado sábado en una reunión en la que intervinieron autoridades seccionales y nacionales en el sector de Ilumán (Otavalo).

Según Jaime Cáceres, presidente del proyecto y representantes de los futuros beneficiarios, “hasta que el Gobierno, a través del ministerio de Economía y Finanzas, no transfiera el millón de dólares que se requiere para iniciar la obra, las comunidades indígenas de los cantones Pedro Moncayo y Cayambe,  en Pichincha;  y Otavalo, Antonio Ante e Ibarra, en Imbabura, se tomarán las vías y carreteras, y no permitirán el paso de ningún vehículo”.

El primer millón de dólares serviría para la construcción de los ocho tanques de reserva y doce kilómetros de las vías de acceso al proyecto en la zona de Pesillo, provincia de Pichincha, expresó.

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El prefecto de Imbabura, Gustavo Pareja, dijo que se firmó un convenio con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), a fin de completar el trámite para que el Ministerio de Finazas proceda al traspaso del monto a ese organismo.