La familia de Jorge encontró desde hace 2 décadas que el chulquerismo es la forma más cómoda de endeudamiento para solucionar sus problemas financieros.

“Cuando mi padre falleció yo tenía 12 años  y mi madre debía encargarse de cuatro menores de edad. Solo trabajaban mis dos hermanos mayores, su sueldo no cubría los gastos del sepelio y las deudas heredadas, entonces una vecina nos contactó con una señora que presta plata y fue la primera vez que pedimos con este sistema”, comenta Marín.

En ese entonces, el monto de esta primera deuda alcanzaba los 30 mil sucres y debía pagarse en un año, al 6% de interés mensual, la garantía fue una letra de cambio.

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Según el hermano mayor de Jorge la puntualidad en los pagos fue un referente para que la prestamista llegara a confiar en ellos y antes de que terminen de pagar la deuda les ofreció otro préstamo.

Sin tener una necesidad urgente la familia aceptó endeudarse con 100 mil sucres que fueron utilizados para construir otras habitaciones en su vivienda; los intereses, plazo de pago y garantía fueron los mismos del crédito anterior.

Con el paso del tiempo y cuando los menores de edad crecieron y empezaron a trabajar pidieron prestado a la misma chulquera dinero para comprar equipos de música, televisores y hasta para pagar estudios universitarios, “en algunos casos ni siquiera firmamos letras, porque la señora nos conoce y sabe que le pagamos”, cuenta una hermana de Jorge.

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“Siempre estamos endeudados, pero nunca nos falta plata y podemos cubrir nuestras necesidades sin desesperarnos”, expresa Jorge, quien aseguró que ahora su familia lleva mensualmente nuevos clientes a la chulquera.

El trato que reciben estos nuevos solicitantes de dinero por parte de la prestamista es “a veces indignante”, dijo Jorge, porque esta mujer antes de prestarles la plata les muestra toda su desconfianza y “ahora además de las letras de cambio les pide hipoteca”.

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La familia Marín asegura que en alguna ocasión intentó pedir un crédito en el banco y después de llenar todos los requisitos que la entidad crediticia exigía  les negó el préstamo y por esa razón no intentan solucionar sus problemas financieros por la vía legal.