Un lote de 28 misiles, todo el poderío antiaéreo de Bolivia, fue trasladado a la base militar estadounidense en Manta, en el Pacífico de Ecuador, reveló el sábado el tabloide El Mundo de Santa Cruz, basado en las declaraciones de un "alto funcionario militar".
  
El traslado de los cohetes aire tierra de fabricación china que Bolivia  adquirió en la década de los 90 fue autorizado por la administración del  presidente transitorio de Bolivia, Eduardo Rodríguez.
  
El tema ha puesto en aprietos al gobernante, acusado de haber dejado en la  indefensión a Bolivia al resignar el único arsenal misilístico con que contaba  el país en manos de Estados Unidos.
  
La cámara de Diputados de Bolivia censuró a media semana al ministro de  Defensa Gonzalo Méndez y Rodríguez lo ratificó el viernes en el cargo.
  
El Congreso reclamó por la inconveniencia de la operación para la seguridad  nacional y el hermetismo con que se llevó a cabo la operación de traslado de  los misiles desde el cuartel donde se hallaban.
  
"Se llevaron adelante una serie de acciones que han resultado perjudiciales para el país", fustigó el diputado socialista Antonio Peredo. "Los misiles fueron entregados a Estados Unidos, amparándose en una resolución de la OEA que es, en este momento, un proyecto que establece sugerencias y que se refiere a  la necesidad de desactivar excedentes de este tipo de armas y no la totalidad de lo que pudiera tener un país", denunció.
  
Rodríguez está expuesto a un juicio de responsabilidades a cargo del candidato presidencial izquierdista Evo Morales.
  
"El gobierno en los hechos ha colocado a las Fuerza Armadas como si esta  institución fuera una institución primitiva, tan elemental que no tendría cómo  preservar adecuadamente este material. El papel que ha desempeñado el ministro de Defensa frente a las Fuerzas Armadas me parece está afectando la dignidad profesional de las Fuerzas Armadas", opinó el ex oficial de Ejército, Juan Ramón Quintana, ahora vinculado a Evo Morales.

El comandante del Ejército, general Marcelo Antezana, explicó previamente que se trató de la destrucción de "material obsoleto".