Brinco, las zapatillas con brújula, linterna  y mapa, que una artista argentina creó y regaló a indocumentados antes de cruzar la frontera con EE.UU., genera polémica en un país dividido por el combate a la inmigración ilegal.

Financiada e inspirada por InSite, una organización que promueve proyectos artísticos transfronterizos, la artista Judi Werthein creó unas cómodas  zapatillas que durante dos meses regaló a los indocumentados en tierra mexicana al mismo tiempo que se vendían a 215 dólares del otro lado de la frontera, en una  tienda de San Diego (sur de California).

“Hemos tenido un gran aumento en las ventas”, dijo Keith Marzo, gerenta de la tienda de zapatos Blends.

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Las ganancias del calzado  beneficiarán a organizaciones de apoyo a los inmigrantes en Tijuana, cuenta la argentina.

“Quise reflejar las dos realidades: de un lado la tragedia de los inmigrantes y de otro la sociedad de consumo americana”, agrega.

El proyecto con la propia Werthein del lado mexicano se llevó a cabo durante los meses de octubre y noviembre.

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Pero las críticas de grupos conservadores no tardaron en llegar. “Lo que ella hace es ayudar a que la gente viole la ley”, indicó Peter Lanteri, del grupo Minuteman, formado por civiles que intentan colaborar con la “cacería de inmigrantes” en la frontera.

A Werthein las críticas la tienen sin cuidado. “Es ridículo. Esto representa una problemática. Es tan solo un objeto.  ¿Cómo voy a estar promoviendo la inmigración ilegal?”, se interroga. “¡Por favor! Estamos hablando tan solo de un par de zapatos”, responde.