El directivo dice que dará ejemplo al Real Madrid  alineando a juveniles.

En aquella misma mesa redonda donde meses atrás se sentaron los nuevos jugadores y entrenadores canarios contratados, y que hoy ya no están, el presidente de Barcelona, Isidro Romero, hizo un mea culpa, pero también denunció la falta de profesionalismo de la mayoría de los futbolistas del club.

Su decisión fue separar a once jugadores. Una solución tomada cuando las posibilidades de ser campeones del torneo Clausura se han alejado. ¿Por qué no tomó la decisión antes, cuando los futbolistas comenzaron a incurrir en faltas disciplinarias? “Consideré que era tan importante el título para Barcelona y si se había aguantado once meses se podían soportar uno más, incentivando a los jugadores. Pero cuando un equipo ya está viciado no hay incentivo del mundo que corresponda”, justificó Romero.

A pesar de ofrecer premios, “¿qué pasó luego?... clasificamos sextos a la liguilla, y arañando. Después, con El Nacional empatamos, Liga nos goleó, y con Olmedo (derrota 0-1) fue la noche (miércoles pasado) más bochornosa para la hinchada y la dirigencia”, seguró el Catalán.

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“Ya sabemos que no podemos lograr el campeonato. El que piensa que Barcelona puede ganar está loco. Desgraciadamente no vamos a clasificar a nada”, sentenció Romero.

Tampoco sirvió la amenaza de multas. Por eso, Romero aplicó un castigo moral a los once jugadores para que entrenen con el equipo B.

“Yo voy a respetar los contratos hasta el 31 de diciembre o hasta que termine el torneo. Pero esos jugadores deberán hacer trabajos específicos en el equipo B, ya no podrán jugar los otros siete partidos de la liguilla y nunca más tendrán el honor de vestir esta camiseta”, decidió.

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De todos los futbolistas sancionados, Romero enfatizó el caso de Agustín Delgado: “Lo encontraron ayer (jueves) en la discoteca Tacuba,  junto con (Armando) Paredes.  Un jugador que después de una noche tan triste tiene la disponibilidad anímica de ir a una discoteca, no siente la camiseta y por eso se va al equipo B. Eso es increíble en un seleccionado y un ídolo (Delgado)”.

Ante toda esta crisis del club, el directivo amarillo aseguró que “hago frente a lo que me corresponde como presidente de esta institución. No soy cobarde para irme y tampoco me iré  en el momento menos indicado”.

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Romero también trató de minimizar las implicaciones de su ausencia del país. “Heredé un equipo viciado. Los anteriores presidentes tampoco consiguieron el título y ellos sí vivían en Ecuador, daban 24 horas por Barcelona. No es el hecho si paso dos horas más o dos horas menos aquí. (Eso no incide) cuando uno forma un grupo monolítico. Pero algunos jugadores, o la mayoría, no sienten la camiseta”.

Con un equipo remendado
Para el resto del certamen quedan los colombianos Samuel Vanegas, Freddy Grisales y Néider Morantes, junto “a los otros nacionales y gente joven. Será un equipo remendado. Si nos golean o no, no me importa; si quedemos últimos, no me importa. Estamos mirando al futuro”.

Y sobre los que están también desean irse por solidaridad, dijo: “si me quedo sin ninguno, jugaré con los juveniles de Barcelona, con la Sub 21 y la Sub 18.

Daremos un ejemplo al fútbol mundial y al Real Madrid. Barcelona necesita renovación y apostaremos a las canteras en el 2006”.

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310 DÍAS
Tiene como presidente de Barcelona Isidro Romero (elegido el pasado 20 de  enero).

56 DÍAS
Ha estado en Ecuador, porque Romero reside en Madrid.

18% DE PERMANENCIA
En el país ha tenido Isidro Romero para estar al frente de Barcelona de forma personal como presidente del club.

Me equivoqué en traer a jugadores que no sintieron la camiseta. Era imposible lograr algo con ellos.

Traje a Barijho, creo que fue uno de los peores foráneos que han venido. Nos equivocamos de la A a la Z con él.

A Agustín Delgado lo he aguantado como a nadie, porque él se hizo y nació en Barcelona, pero ha sido un ingrato.