Transitar por los 36 kilómetros de la carretera que comunica a Cojimíes con Pedernales se ha convertido en un martirio para los habitantes de la zona y los turistas, debido al estado de la vía.

Pese a los constantes pedidos de los ciudadanos y las autoridades locales, es poco lo que se ha realizado para repararla.

En la administración anterior del Consejo Provincial se cambió el suelo hasta el sitio Cañaveral, pero la falta de mantenimiento la volvió intransitable.

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Ante la falta de una carretera la opción de los conductores es circular por la playa, con el riesgo de que suba la marea y arrastre los vehículos. Los moradores piden al prefecto Mariano Zambrano, que considere la vía en el plan de obras de la entidad.