La cuarta entrega de la saga del niño mago fue proyectada en la estación espacial internacional.

La película Harry Potter y el cáliz de fuego,  recién estrenada en numerosas capitales de la Tierra, fue proyectada también en la Estación Espacial Internacional (EEI) para los dos astronautas, el estadounidense William McArthur y el ruso Valeri Tokarev, que allí se encuentran, anunció ayer la compañía Warner Bros. Pictures.

La cuarta película de la saga creada por la británica J.K. Rowling sobre el  pequeño aprendiz de mago con gafas redondas fue transmitida por la agencia  espacial estadounidense NASA.

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Warner Bros. precisó que la NASA se puso en contacto con ellos con el  objetivo de “aportar un poco de distracción al comandante durante su vuelo”, a  354 kilómetros de altitud.

El filme fue proyectado el martes pasado desde el centro de control de Houston, en  Texas, por expreso deseo de McArthur, precisó la NASA.

En tanto, la magia de Harry Potter ha contribuido a la asistencia de las salas de cine del Reino Unido, que registraron el pasado fin de semana la mayor cifra de venta de entradas de los últimos veinte años.

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Tres millones ochocientas mil personas acudieron a las salas británicas el viernes, sábado y domingo pasados, según la Asociación de Distribuidores de Películas.

El récord se debió en buena medida al éxito de la cuarta entrega de la serie sobre el niño mago.

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Esa última entrega, con Daniel Radcliffe como protagonista, la dirigió Michael Newell, realizador también de Cuatro bodas y un funeral, y se exhibió en un total de 535 cines de todo el país.