Si hay tantos pueblos en mi Ecuador que no tienen agua potable y, muchas veces, ni siquiera agua entubada.

Si hay tantas escuelas sin techos, sin bancas y, peor aún, sin servicios higiénicos.

Si hay hospitales sin los insumos necesarios para brindar una mejor educación a los enfermos.

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Si hay muchas cosas más, que necesita el país y que no pueden hacerse porque no hay los fondos necesarios.

Podemos, dejando esto a un lado, darnos el lujo de en un año, tener cuatro procesos electorales (para preguntar qué Asamblea queremos, para elegir la Asamblea, para elegir Presidente y la segunda vuelta). ¿Queremos Asamblea?

Yo me pregunto: en conciencia, ¿podemos darnos esos lujos? Porque cada proceso cuesta millones.

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Dr. Augusto Vizcaíno Ronquillo
Guayaquil