Las torrenciales lluvias y la falta de trabajos de mantenimiento han incidido para que la carretera Loja-Zamora se encuentre en pésimo estado.

Por ella transitan a diario miles de conductores de varios sitios del país llevando en sus vehículos alimentos y productos de toda índole para los hogares de los alrededores, especialmente de los que están situados en la parte oriental de la región sur del país.

Los usuarios señalan que las precipitaciones que continuamente caen durante el año en el sector han destruido la carpeta asfáltica en varios tramos y han provocado deslizamientos de tierra que han paralizado el paso de automotores.
Peligro

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Desde el sector de San Ramón hasta Zamora, la vía presenta menos baches y obstáculos para los conductores. Sin embargo en el otro tramo desde San Ramón hasta Loja en un recorrido de 32 kilómetros los deslaves, baches y desvíos son continuos, especialmente cuando llueve.

A diario los conductores deben manejar sus vehículos con mucha precaución y a mínima velocidad, pues la neblina y los inmensos huecos que se encuentran en la vía no permiten un normal tránsito.

Personal del Ministerio de Obras Públicas (MOP) realiza por tramos el bacheo, pero únicamente con material pétreo (tierra).

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Por este motivo a los pocos días se vuelven a formar los huecos y nuevamente se torna peligroso el paso de los automotores por esta vía.

Según Norman Armijos, uno de los conductores de cooperativas de transporte que circulan por esa vía, esta se ha constituido en un peligro para ellos y sus pasajeros, pues siempre se presentan deslaves, los que en varias ocasiones han provocado la muerte de pasajeros y conductores.

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Autoridades y habitantes de las provincias de Loja y Zamora Chinchipe pidieron al Gobierno que asigne los recursos económicos para rehabilitar o reasfaltar la carretera.