Orientar a la comunidad para cuidar su salud sexual y reproductiva. Bajo esa premisa la Asociación Pro Bienestar de la Familia Ecuatoriana (Aprofe) lleva 40 años de labor médica y social.

La planificación familiar y el cuidado de la salud sexual y reproductiva fueron los primeros objetivos con que se creó Aprofe, por el crecimiento desmesurado de la población en la década del sesenta.

Paolo Marangoni, director ejecutivo de la institución, señaló que es necesario que hombres y mujeres tomen conciencia que tener un hijo debe ser un acto responsable y planificado. “Eso contribuye a la estabilización de la economía”, especificó.

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La equidad de géneros es otro de los logros de Aprofe que resalta el directivo. “Si bien no fuimos los únicos, ayudamos a concienciar a las mujeres de su capacidad para trabajar”.

“Además de la atención médica para la familia, pues hay servicio de ginecología, urología y pediatría. La institución tiene la casa comunal, donde hay personal que enseña varios oficios a las asistentes”, señaló Marangoni.

En ese lugar las mujeres interesadas son instruidas en corte y confección, cerámica, belleza, manualidades, cocina. “Esto ayuda que ellas pongan sus negocios y se ayuden económicamente”, sostuvo.

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Actualmente la institución cuenta con 22 clínicas fijas en 15 ciudades del país, y una estación móvil donde se brinda asesoramiento de planificación a los habitantes de sectores periféricos y rurales de la provincia.

El Centro de Asistencia Integral de Adolescentes de Guayaquil, ubicado en Noguchi y Francisco de Marcos, para la orientación a los jóvenes sobre materia sexual y atención psicológica para esa edad “conflictiva”, es otro de los servicios que ofrece Aprofe.

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Según estadísticas de la entidad, que opera bajo el sistema de autogestión, se atendieron un promedio mensual de 30.463 consultas de salud sexual (ginecología, pediatría y otras especialidades).