El general Augusto Pinochet recibió el peor de los regalos que podía esperar en la víspera de su 90 cumpleaños: fue sometido a proceso por el secuestro de seis izquierdistas en 1975, un día después de ser encausado por cargos de corrupción, informaron este jueves fuentes judiciales.
  
El enjuiciamiento fue ordenado por el juez Víctor Montiglio, que investiga el papel de Pinochet en la desaparición de 15 de 119 izquierdistas, cuyo secuestro fue ocultado por una operación propagandística conocida como la Operación Colombo durante la dictadura.
  
Aunque el procesamiento era previsible, no se esperaba que fuera casi a continuación de otro por cuatro delitos de corrupción que dispuso ayer miércoles el juez Carlos Cerda.
  
El nuevo proceso se produjo mientras los abogados de Pinochet cancelaban en tribunales la fianza de 11.500 dólares y realizaban los trámites burocráticos para obtener la liberación provisional de su defendido por el caso de corrupción.
  
Pinochet seguirá bajo arresto domiciliario, ahora por los secuestros, en su residencia de La Dehesa, en un elegante barrio del oriente de Santiago, vigilado por policías militares.
  
Sin saber lo que le esperaba, la familia de Pinochet encargó algún mobiliario que casi con certeza iba a ser usado para recibir a algunas visitas que acudirán a saludar al general para su cumpleaños el viernes.
  
Este jueves en la mañana llegaron algunos regalos destinados a Pinochet, que vive su peor cumpleaños, muy diferente a aquel en el que festejó sus 80 años, al que asistieron más de un millar de personas, en un exclusivo hotel, con circuito cerrado de televisión y con artistas que le cantaron sus temas preferidos: La ranchera mexicana El rey y la marcha militar Lili Marlen.
  
La Operación Colombo, por la que fue procesado, consistió en la aparición en dos medios de prensa, uno en Argentina y otro en Brasil, que afirmaron que los izquierdistas se mataron entre ellos a causa de purgas al interior de sus partidos. Los medios desaparecieron después de pocos días.
  
A los casos investigados por Montiglio se sumarán 30 más si la Corte de Apelaciones y luego la Corte Suprema aprueban un nuevo desafuero de Pinochet en su condición de ex presidente, para que sean anexadas al mismo caso.
  
A mediados de diciembre, los tribunales también deberán pronunciarse sobre un desafuero para investigar una malversación de fondos y negociación incompatible, en el marco de los cargos de corrupción derivados de su fortuna secreta de 28 millones de dólares que ocultó en el extranjero.
  
Los cargos se sumarían a los determinados en la víspera por el juez Cerda: evadir impuestos, falsificar una declaración de patrimonio, cuatro pasaportes y certificados de la subsecretaria de Guerra para justificar sus bienes.
  
El juez determinó que la evasión tributaria, entre 1980 y el 2004, alcanza a 1.282 millones de pesos, 2,3 millones de dólares.
  
La esposa de Pinochet, Lucía Hiriart, y su hijo menor, Marco Antonio, también están procesados por evasión tributaria en el caso de la fortuna del ex dictador.
  
Este es el cuarto proceso que enfrenta Pinochet y la cuarta ocasión en que se ordena su arresto domiciliario: los primeros dos casos fueron por secuestros y ejecución de opositores izquierdistas, por corrupción y el de hoy por secuestros calificados.
  
La denominación del delito implica que los jóvenes secuestrados no aparecieron nunca, por lo que judicialmente se estima que el delito se sigue cometiendo, razón por la que no prescribe y es posible encausar a los presuntos culpables.
  
Pinochet también enfrentó un juicio de extradición en Londres, donde estuvo bajo arresto domiciliario durante 503 días a petición del juez español Baltasar Garzón, que quiso extraditarlo a España para juzgarlo por delitos de lesa humanidad.
  
Antes de que el juicio concluyera, las autoridades británicas se apiadaron de las enfermedades de Pinochet y lo devolvieron a Chile, el 2 de marzo del 2002.
  
En Londres se le diagnosticó por primera vez a Pinochet su demencia vascular, causada por micro derrames cerebrales, razón esgrimida por la Corte Suprema chilena para sobreseerlo en dos de sus cuatro procesos,
  
Sin embargo, las investigaciones del juez Sergio Muñoz y de su sucesor, Cerda, determinaron que Pinochet siguió realizando múltiples operaciones financieras para ocultar su riqueza, cuyo origen aun no se determina.