El juez chileno Carlos Cerda ordenó ayer el arresto domiciliario del ex dictador Augusto Pinochet, al someterlo a juicio  por evasión tributaria y otros delitos vinculados con las millonarias cuentas secretas que mantuvo en bancos de Estados Unidos y otros países, informó el  tribunal.

Pinochet, que mañana cumplirá 90 años, deberá cumplir el arresto en su residencia del barrio La Dehesa, al este de esta ciudad.

El magistrado concedió, sin embargo, la libertad provisional a Pinochet, previo el pago de una fianza de 12 millones de pesos (22.600 dólares), que deberá ser ratificada o revocada por la Corte de Apelaciones de Santiago.

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“No ha habido comisión de delito de ninguna especie”, aseguró su abogado defensor, Pablo Rodríguez, al señalar que el ex dictador “es un hombre perseguido por el marxismo internacional”.

El juez Cerda tomó su decisión después de someter al general Pinochet a tres interrogatorios en las últimas dos semanas para aclarar el origen de sus bienes y esas cuentas ocultas por un valor estimado en 27 millones de dólares.

El magistrado resolvió inculpar a Pinochet por delitos de fraude tributario, falsificación de documentos y omisión maliciosa de información en la declaración de sus bienes que entregó en 1989.

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Cerda actúa con el respaldo de la Corte Suprema, que el pasado 19 de octubre privó de su fuero al ex dictador (1973-1990) para que enfrentara un proceso, tras las acusaciones que presentaron en su contra la entidad de cobro de impuestos y familiares de los más de 3.000 muertos y desaparecidos en su régimen.

Familiares de desaparecidos piden que Pinochet sea enjuiciado por desapariciones forzadas y crímenes causados por agentes de su régimen.

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Los candidatos a la presidencia en los comicios de diciembre próximo (Sebastián Piñera, Joaquín Lavín, Michelle Bachelet y Tomás Hirsch), aprobaron el juicio.