Eduardo Jiménez Parra, abogado de Óscar Granja Cartwright (supuesto administrador del negocio del ex notario José Cabrera), señaló  ayer que recibió  respuesta afirmativa  a su solicitud de protección a testigos para su cliente y su familia.

En un comunicado Diego Zalamea León, director nacional de política penal (e), le indica a Jiménez que están dispuestos a otorgar el servicio de protección a testigos a Granja y su familia, pero que debe presentar el Formato Único de Protección y Asistencia y que deberá firmarlo el fiscal a cargo del caso en el que está implicado Granja.

Contradicciones
En la primera declaración juramentada que hizo Granja acerca de su presencia durante el saqueo a la notaría, señala que pasada la medianoche del viernes 11 de este mes se fue de la notaría y no observó que  alguna persona se hubiere apoderado o robado dinero de la familia Cabrera.

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Pero en una segunda declaración dice que pasada la medianoche del viernes y mientras estaba reclinado en una butaca situada en el primer piso de la notaría, temiendo que lo asesinaran, y mientras dos uniformados entregaban dinero a los reclamantes, escapó por una ventana posterior del edificio y se fue de la provincia.

Señala que vio mucho dinero en la notaría y que los militares lo obligaron a que les pagara a varias personas.

En ambas declaraciones indica que el miércoles 9 de este mes, lo llamó por teléfono Carolina Cabrera, dueña de la comercializadora Orocamarón donde él laboraba desde hace cuatro meses, y le pidió “que los ayude en la petición de diversos prestamistas, en el sentido de que les devuelva dineros”.