Con la esperanza de mejorar los  tratamientos de quimioterapia contra el cáncer de seno, uno de los más  frecuentes en el mundo, se va a probar en Francia una nueva molécula: la  fluorotimidina.
  
La idea es introducir una molécula por vía intravenosa en el cuerpo para  que luego pueda enviar señales indicando si funciona o no la quimioterapia,  explicó a la AFP el profesor Olivier Mundler, especialista de medicina nuclear  en el centro hospitalario de Timone en Marsella (sur de Francia), uno de los  que participan en este experimento.
  
"Si la quimioterapia no funciona, podemos evitar a las mujeres que sufran  una nueva cura, desagradable, y opten por un tratamiento diferente", añade  Mundler.
  
Por ahora existen muy pocos medios para evaluar rápidamente los efectos de  una quimioterapia realizada antes de pasar por un quirófano.
  
"Utilizamos otra molécula, el FDG que es un azúcar, pero este último  también puede señalar inflamaciones y por tanto es menos preciso que la  fluorotimidina", añadió el profesor Mundler.
  
Los escaners permiten localizar un tumor y ver su grosor, pero no aportan  datos sobre la actividades de las células cancerígenas, lo que sí podría hacer  la fluorotimidina.
  
La nueva molécula es radiactiva y emite señales que son captadas por  cámaras especiales y luego retransmitidas a un ordenador. De este modo, el  médico puede ver una mancha negra que indica la presencia y grado de virulencia  del tumor.
  
Las primeras conclusiones del estudio, que será realizado utilizando una  muestra de al menos un centenar de mujeres, se conocerán dentro de unos seis  meses.
  
Si los resultados son positivos, los médicos inyectarán la nueva molécula a  las mujeres que sufran de un cáncer de seno localmente activo antes de  someterlas a un tratamiento de quimioterapia.
  
Tras un tiempo de espera para que la sustancia se fije en el cuerpo, las  enfermas pasarán por un aparato que permite obtener una imagen del tumor y,  después de su primer tratamiento de quimioterapia, repetirán el proceso para  que el equipo médico pueda determinar si la cura es eficaz o no.
  
El cáncer de seno es el segundo más frecuente en el mundo.