La víctima ya había sido amenazada por quien era la compañera sentimental de su conviviente.

La escena era desgarradora, cruel. Los vecinos, testigos del drama, lloraban desconsolados al ver como tres pequeños pedían a gritos que su madre se levante del féretro que la cobijaba.

Jordan, de 10 años, Kerly de 9 y David, de 8, se derrumbaron en llanto al enterarse que el cortejo fúnebre que se estaba preparando en su domicilio, era el de Bélgica Ramírez Bedón (27), su madre.

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“Beli (como llamaban a su progenitora), Beli no te vayas, no me dejes, llévame contigo, por favor, Beli llévame”, aclamaba la pequeña Kerly mientras su rostro se inundaba de lágrimas.

Al caer la tarde del martes último, Bélgica Ramírez salió de su domicilio, situado en la cooperativa Costa de Marfil de la Isla Trinitaria (en el sur de Guayaquil), en compañía de sus tres hijos para realizar unas compras. “Nosotros estábamos caminando felices como siempre, los tres”, decía Jordan, el mayor de los tres hermanos. El cuadro familiar de repente fue interrumpido cuando por el camino apareció Karla N.

“Mientras íbamos caminando esa mujer se botó encima de mi mamá, la agarró por el cuello, la golpeó y le enterró un cuchillo en la barriga. Yo traté de ayudar a mi mamá mientras mis otros dos hermanos lloraban de miedo. Yo le pegué un patazo en la pierna y  con un palo en la cabeza, pero no pude salvar a Beli”, contaba Jordan mientras con sus tiernas manos se agarraba la cabeza y secaba sus lágrimas.

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Luego de ocurrido el hecho de sangre, la agresora fugó mientras Bélgica Ramírez se desangraba en el suelo. “Nosotros pedimos auxilio y ahí llegó mi tío para ayudarnos”, decían los niños.

Los familiares de la agredida la trasladaron hasta el hospital Guayaquil (suburbio de la ciudad); sin embargo, en el trayecto hasta esa casa de salud, murió. “Cuida a mis hijos”, fue la frase que Bélgica Ramírez le dijo antes de fallecer a su hermano, Polo Vélez Bedón.

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“Maldita, por qué mataste a mi hermana, por qué si ella no te hacía nada”, se preguntaba Polo Vélez.

Familiares de la agredida culparon del hecho a la amante de Juan Villamar Galeas, alias Chacho, quien era el conviviente desde hace doce años de Bélgica Ramírez.

“Esa maldita mató a mi hija, ella ya la había amenazado porque quería que se separe de Juan”, contaba Flor Bedón, madre de la fallecida, mientras empuñaba sus manos.

Polo Vélez dijo que por la muerte de su hermana  denunció a Karla N. en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas. Además exigió que se investigue el paradero del conviviente de la fallecida. “Juan debe de estar involucrado porque le gustaba estar con mujeres de mala vida y Karla tuvo que haberle comentado lo que iba a hacer”, acotó.

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Familiares de la víctima aseguraron que Chacho, como se conoce al conviviente de la víctima, no ha aparecido desde que esta fue asesinada. “Él le daba mala vida a Beli, la  maltrataba y ni siquiera trabajaba para mantener a mis tres nietos, yo tenía que buscar cómo darles la comida”, citaba Flor Bedón, mientras David, el menor de los tres hermanos, agarraba una foto donde él aparecía junto a su madre.

“Beli regresa, regresa o llévame contigo, no me quiero quedar sin ti”, en llanto repetía Kerly, como pretendiendo que su progenitora se levante del ataúd y le dé su abrazo de siempre.