Microfinancieras direccionan sus préstamos a moradores de las zonas fuera de Guayaquil para la creación de pequeñas empresas.

Cada mes Miguel Anchundia, morador del sector Flor de Bastión (norte de Guayaquil), confecciona un promedio de 6 mil almohadas en una de las piezas de su vivienda que habilitó para ubicar su negocio.

A través de su actividad, en la que colabora su familia, obtiene cerca de $ 7 mil en ventas netas mensuales, porque es distribuidor de almohadones para comercializadoras de colchones.

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Aunque para iniciar su negocio, reconoce, fue muy difícil, logró obtener un microcrédito inicial de $ 600  por medio de la microfinanciera D’ Miro de Misión Alianza Noruega.

Como Anchundia existen varios microempresarios que viven en zonas urbano marginales de Guayaquil que han recibido préstamos del sector microfinanciero.

Rosa Rosado, María Benenaula y Rosa Briones, en cambio, se unieron para solicitar un crédito solidario en la misma institución.

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Pese a que tenían diferentes propuestas para microempresa, recibieron créditos de $ 600, $ 400 y $ 200, respectivamente.

Ahora cada una mantiene un negocio propio que le da ganancias de hasta $ 50 diarios, que les permite cumplir con el pago de sus préstamos y ahorrar para el mejoramiento de sus locales.

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Lindberg Álava, de 38 años, tiene desde hace dos años un taller de arreglo de bicicletas en la isla Trinitaria.

Ello, explicó, gracias a que los bancos y microfinancieras han diversificado la entrega de sus créditos.

“Ahora entidades bancarias están interesadas en invertir más en las microempresas, especialmente de quienes vivimos en áreas fuera del perímetro de la ciudad”, manifestó.

Fundación Espoir (ecuatoriana) también se especializa en créditos para sectores rurales del país.

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Francisco Moreno, director ejecutivo de la entidad, sostuvo que el método con el que trabajan es el de la banca comunal (créditos entre miembros de una misma comunidad).

Allí, señaló, se realizan los préstamos solo a mujeres que desean ubicar un negocio.

$ 370 MILLONES
Es el promedio de la cartera total de las microfinancieras y entidades bancarias que trabajan con la Red Financiera Rural (RFR). Con ello atienden a aproximadamente 422.406 clientes en el país.