Tres horas antes, Nalbandián se había desplomado sobre su espalda en la superficie del Qi Zhong Tennis Stadium, incapaz de controlar la felicidad ante el éxito más grande de su vida. Pero ahora Nalbandián compartía la cama con su novia, y a la vista de todos.

El argentino estaba en un restaurante indio y el número seis del mundo ni siquiera pudo darse el gusto de cenar.

“Estoy muy feliz”, repetía, mientras los pocos invitados a la fiesta miraban con curiosidad la cama estilo oriental, el rincón más cool del local Face que, cuando cierra el restaurante, pone en marcha un bar.

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Nalbandián no estaba solo. Lo acompañaba su madre, y también el español Carlos Costa, su agente e improvisado entrenador durante la mágica semana que vivió en China. Y lo acompañaba la plana mayor del tenis, porque la Federación Internacional (ITF) y la ATP habían elegido también Face para su cena de cierre del certamen.

El nombre de Nalbandián es desde hoy bastante más conocido en China. “Nal-ban-dian”, repetían con esfuerzo algunos habitantes de Shanghai, que habían visto la final e intentaban aprender el nombre de la nueva estrella.

El principal periódico de lengua inglesa del país fue moderado en su despliegue en torno al Másters. ‘La némesis Nalbandián justifica su nombre’, tituló ayer el China Daily.

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“La final justificó más que bien el precio de los tiquetes”, escribió el China Daily.
Solo hubo fotos para el suizo Roger Federer, una en primera plana y otra en páginas interiores. Del campeón, apenas el nombre y unas frases: a los chinos, novatos en el tenis, pareció impactarles más la derrota del número uno de este deporte que el nacimiento de una nueva figura.

PARA ANOTAR

PRIMER TÍTULO
El campeón de la Copa Másters de Tenis desarrollada en Shanghai, el argentino David Nalbandián, quien el domingo derrotó al suizo Roger Federer con marcador 6-7(4), 6-7(11), 6-2, 6-1, 7-6(3), conquistó su primer título profesional en el VI Abierto Internacional de Salinas, realizado en el año 2001, cuando superó en la final al haitiano Ronald Agenor.

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MONSTRUO
La prensa deportiva de Buenos Aires llamó ayer “maestro” y “monstruo” al argentino David Nalbandián. ‘Nalbandián, con gusto a hazaña’, dijo en su portada el periódico Clarín. ‘En la gloria’, tituló La Nación, que sostiene que Nalbandián, de 23 años, “participó” en el torneo en sustitución del lesionado estadounidense Andy Roddick.