El entrenador del Real Madrid, el brasileño Vanderlei Luxemburgo, carga con todas las culpas de la goleada 3-0 sufrida en casa ante el FC Barcelona y podría no sobrevivir a una derrota ante el Lyon, el miércoles en la quinta jornada de la Liga de Campeones de fútbol.
"Luxe contra las cuerdas", titulaba el diario El Mundo. "El entrenador del Real Madrid ha perdido mucho crédito desde la marcha triunfal del Barcelona en el Santiago Bernabéu", añadía el periódico, según el cual "una derrota el miércoles contra Lyon sería su despedida".
"Acusado", titulaba el diario deportivo Marca, cercano al Madrid, sobre una fotografía del técnico brasileño. Ausencia de sistema de juego, jugadores desorientados que se agotan rápidamente y se lesionan, y falta de compromiso son los cargos que se le imputan.
El italiano Claudio Ranieri, que fue entrenador del Valencia, comparaba el domingo por la noche en televisión los sistemas de juego del Barça y del Madrid. "Por un lado tenemos un sistema puesto en marcha por un entrenador holandés (Frank Rijkaard), con una organización muy clara. Cuando entra un jugador, sabe exactamente lo que tiene que hacer".
"Y, por el otro, tenemos el sistema brasileño con cuatro defensas, dos centrales y cuatro delante que tienen total libertad", añadió.
Es ese último punto el que plantea problemas. Desde principios de temporada, el Real Madrid no supera las defensas contrarias salvo en algunas proezas de sus delanteros brasileños o en disparos a balón parado del inglés David Beckham.
A menudo todo se resume en ver cómo Ronaldo, Baptista o Robinho salen con el balón desde el mediocampo para toparse con la barrera defensiva contraria. Como sucedió en la segunda jornada contra el Celta Vigo en el Bernabéu (derrota 2-3).
Con un sistema así, o sin sistema, los jugadores no saben qué hacer con el balón a veces. Otra cruel demostración frente al Barça el sábado: las pocas veces que el Madrid se hacía con la pelota, la perdía casi de inmediato ante la presión de los barcelonistas.
La cuestión de la preparación física también preocupa. "Epidemia de lesiones", titulaba en sus páginas deportivas El País. "Con nueve afectados en cinco semanas, el Madrid sufre la peor racha de infortunios físicos desde 1999, cuando el preparador físico del equipo era el propio entrenador, John Benjamin Toshack".
El Mundo aseguraba que los dirigentes del club, inquietos ante esta oleada de lesionados (Ronaldo, Zidane, Baptista, Helguera, Salgado, Mejía, Gravesen y Woodgate), iban a reunirse el lunes para hablar del tema. En su línea de mira, el preparador físico, el brasileño Antonio Mello, cercano colaborador del entrenador, y sus métodos.
Aunque la mayor parte de los lesionados regresan, Gravesen y Woodgate siguen fuera del terreno de juego. Y el capitán Raúl se lesionó el sábado y podría estar de baja entre uno y tres meses o incluso seis, un duro golpe para Luxemburgo.