El delantero argentino del FC Barcelona, Lionel "Leo" Messi, revelación esta temporada en el fútbol español, admitió este lunes a La Vanguardia que "me da vergüenza cuando me miran" o "me piden un  autógrafo" porque "es una sensación rara".
  
Así confesó su timidez el nuevo pequeño astro del incomparable Barcelona, en la primera entrevista a la que se sometió después de jugar como titular el  sábado el primer clásico del fútbol español frente al Real Madrid, que los  culés ganaron por 3-0.
 
Inesperadamente titular, Messi fue --junto con el brasileño Ronaldinho y el camerunés Samuel Eto o-- uno de los grandes protagonistas del clásico que pasará a la historia por ver a la grada del Real Madrid ponerse de pie y  aplaudir el tercer gol del Barça, obra del brasileño Ronaldinho.
  
Para Messi, este encuentro fue su encuentro "más lindo". Un partido en el  que ni soñaba con ser titular y que el entrenador holandés Frank Rijkaard se lo comunicó poco antes del mismo. "La verdad es que no me lo esperaba", admitió.
 
"Me puse muy contento e inmediatamente me entraron unas ganas de jugar  enormes", relató.
  
Tras confiar que le impresionaron los pitidos que recibió su equipo al saltar al campo de juego, Messi dijo que "soy de los que les entran más ganas  de jugar cuando les silban y tienen al público en contra".
 
Messi también admitió haberse impresionado cuando el Bernabeu aplaudió el tercer gol de Ronaldinho. "Fue algo muy raro porque nunca había visto que la afición del rival aplauda al adversario más importante y menos en un partido  como el clásico", añadió.
 
"En Argentina algo así es imposible por mucho que tu rival juegue muy bien", afirmó.
 
Terminado el partido, Messi dijo que se conectó por internet "para chatear con un tío mío de Argentina porque mis padres y mi hermano fueron a ver el partido al campo. Nos enviamos mensajes sobre el encuentro porque él lo había  visto. Me dijo que había jugado muy bien (...) me fui a la cama pasadas las  tres de la madrugada", relató.
 
El jugador argentino, al que el diario calificó de "angel exterminador", dijo que "no me pesaría" llevar la camiseta con el diez a su espalda. "Si la  tengo que usar, la usaré sin problemas. Yo no pido nada, pero pesar, no m pesaría".

"Con un balón de por medio (no me pesa nada), porque cuando salgo al campo siempre intento divertirme, disfrutar, pasarlo bien. Lo que más me pesa es a  veces atender a todo lo que rodea al fútbol", añadió.
  
Cuando se le preguntó si se plantea ser el Maradona del futuro, Messi da gala de humildad: "como Maradona no va a haber más. Yo sólo quiero ser yo mismo e ir trabajando despacito", concluyó.