La historia no solo es un libro sino un instrumento para desarrollarnos y evolucionar. La afirmación la hizo el historiador guayaquileño José Antonio Gómez Iturralde, el pasado miércoles.

La pronunció en el discurso de agradecimiento tras la presentación del primer tomo de su libro Crónicas, relatos y estampas de Guayaquil,  por parte de la abogada Marena Briones, y de que el diputado Omar Quintana, en nombre del Congreso Nacional, le entregara la condecoración Al Mérito Cívico Vicente Rocafuerte.

Gómez se refirió, además, al trabajo que desarrolla desde la dirección del Archivo Histórico del Guayas. Citó, por ejemplo, la labor de rescate y posicionamiento de las culturas costeñas que se ejecuta desde la institución que comanda y como testimonio de ello, en la ceremonia, que se desarrolló en el auditorio del MAAC, presentó al grupo  folclórico infantil Chonta, cuero y bambú, integrado por niños y jóvenes que descienden de afroecuatorianos. En los barrios marginales no solo hay pandillas, hay seres humanos que piden apoyo para desarrollarse, refirió Gómez y calificó a los integrantes de este grupo como una muestra de valor.

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Chonta, cuero y bambú, que fue fundado el 21 de mayo del 2005 y es dirigido por Orlin Montaño y María Caravalí, interpretó tres temas. El primero fue La Caderona, en el que los niños combinaron coplas con bailes. El segundo, fue Andarele, ejecutado por  los músicos del conjunto. Y el tercero, la danza Mapalé, en la que volvieron a participar los niños.

Esta pieza fue la que más entusiasmó al auditorio, pues en ella los pequeños, que son originarios del sector Viernes Santo, de La Fragata, demostraron sus destrezas corporales y el gusto con el que interpretan los bailes que heredaron de sus mayores.