El francés Pascal Privet es más que un documentalista. Es un viajante, antropólogo, defensor de los derechos humanos en África del Oeste y, además, creador de uno de los eventos más importantes del documental, el Festival Encuentros del Cine de Manosque (De lo real a lo imaginario).

Es la primera vez que el festival sale de Francia hacia un país extranjero. Se presentó en Quito desde la semana anterior e inicia hoy en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC). Hasta el próximo jueves se exhibirán diez largometrajes y cuatro cortometrajes.

Estas producciones no solo encuentran un valor en documentar realidades lejanas de países como Guinea Bissau o Camerún, sino que, principalmente, tienen relevancia por su estética. Por la forma en que varios cineastas han relatado realidades inquietantes y en muchos casos inexplicables. En esta muestra se presentará por primera vez en el país la película Edward Munch (1976), de Peter Watkins, considerado  “cineasta maldito”, innovador y crítico de las estructuras que manejan los medios informativos.

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Privet explicó su posición sobre el documental en un evento denominado Lección de Cine, organizado por la sala  Ocho y Medio.

Pregunta: ¿Cuánto de realidad y cuánto de ficción debe tener un buen documental?
Respuesta: Todo depende del documentalista y de la historia que quiere contar. Hay obras que son meramente informativas. Pero para que sea arte se combinan realidad y fantasía y la información con una estética.

P: ¿Qué diferencia existe entre los reportajes televisivos sobre diferentes culturas y los documentales étnicos que se presentan en su muestra?
R: La televisión privilegia  sobre todo información. En  el documental étnico hay un largo trabajo anterior para intentar comprender o sentir lo que se está retratando. La información es narrada con una estructura y una posición del autor. No es necesario que se explique todo, existen niveles más metafóricos.

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P: ¿Es importante que el cineasta comprenda y estudie todo lo que está documentando o importa más el apego con la historia que está retratando?
R: No hay que buscar comprenderlo todo. Para mí es mucho más importante sentir, en el sentido de que también así se pueda reflexionar. Los cineastas no entienden todo lo que están filmando, lo importante es que con su obra transmitan al espectador lo mismo que sintieron al estar documentando. (GB)