La presentación del Potrillo en Ecuador es parte del tour musical A corazón abierto, que lo ha llevado a países de Centro y Sudamérica.

En jeans, camisetas y bléiser, así llegó el cantante mexicano Alejandro Fernández el pasado miércoles a su encuentro con la prensa ecuatoriana, en el hotel Oro Verde de Guayaquil.

La cita se registró dos horas después de su arribo al país, como parte de su tour musical A corazón abierto. Su única presentación en Ecuador estaba prevista anoche, en el coliseo Voltaire Paladines Polo de esta ciudad. Las siguientes paradas del Potrillo (como se lo conoce) son su natal México y Bolivia.

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Sonriente y con el cabello recogido, Fernández se mostró accesible. Tanto, que las reporteras aprovecharon para pedirle que se sacara el saco y dejara ver su musculatura. Él lo hizo, aunque refirió tener mucho frío.

El artista respondió, además, que la confesión que hizo en Venezuela de considerarse ‘metrosexual’ se debe a que el término hace referencia al cuidado personal y físico que observan los hombres. “Si estar al tanto de la moda y consentirse significa ser ‘metrosexual’, lo soy”, afirmó.

Comentó que lo primero que ve en una mujer es la mirada. “Es la ventana al alma y no puedes ocultar nada”. También gusta del sentido del humor  femenino “y de lo físico, el cabello y las piernas”.

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Fernández sostuvo que aunque su carrera ha sido ascendente (lleva más de 12 años en el escenario), no ha superado a su padre, Vicente Fernández. Para compararse con él necesita dos décadas más en la música, dijo y aseguró que su relación con su progenitor es perfecta.

Recibir una presea en la ciudad venezolana de Carabobo  y contar con una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood (Estados Unidos), emocionan a Fernández, quien estaba convencido de que los reconocimientos los obtendría en el ocaso de su vida.

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Padre de cinco niños, comentó que la vasectomía es un método responsable para los hombres, aunque no admitió habérsela practicado como alguna vez informó la prensa internacional.

El intérprete de temas como Si tú supieras y Me dediqué a perderte, reveló que le gusta ser un potro salvaje y correr con libertades. Lo mencionó en alusión a su apelativo de Potrillo.

Según Fernández, el 2005 ha sido un año muy bueno y que participar en el filme Zapata le apasionó. No descartó concretar otro proyecto cinematográfico para abril del 2006.

De sus recientes producciones discográficas, Fernández dijo que  México-Madrid en directo, sin escalas se diferencia de A corazón abierto porque la grabó en vivo.

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