Aunque la vía Quevedo-Buena Fe fue reabierta ayer, los moradores de este último cantón afirmaron que la protesta continuará hasta que el Gobierno descarte la construcción de la presa Baba.

La noche del pasado miércoles, miembros de la Policía realizaron un operativo en la parroquia Patricia Pilar para rescatar a tres policías que permanecían retenidos por un grupo de manifestantes.

Testigos señalaron que los uniformados arremetieron en la iglesia de la Virgen del Cisne de esta  población, para rescatar a sus compañeros en medio de disparos al aire y lanzando gases lacrimógenos que afectaron a varias personas entre ellas cuatro menores.

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El alcalde de Buena Fe, Luis Zambrano, dijo que viajó el pasado miércoles a Quito porque le informaron que lo recibiría el ministro de Gobierno, pero esto no se dio, “fuimos engañados”, dijo el funcionario.

Zambrano reiteró que no han suspendido la medida de hecho, y que en cualquier momento la retomarán de una manera pacífica e indefinida.

“En estos momentos no puedo exponer a la población a que sea nuevamente golpeada, maltratada y herida por los policías, pero no vamos a permitir que se construya una obra que nos perjudica”, manifestó el personero.