Las autoridades costarricenses elevaron el nivel de alerta a máxima para dos zonas al sur del país debido a que las fuertes lluvias de las últimas horas desbordaron varios ríos y motivaron la evacuación de unas 300 personas.

La Comisión de Emergencias (CNE) dictó el jueves estado de alerta máxima en los cantones de Corredores y Golfito, ubicados al sur y mantuvo la preventiva, que implica vigilancia de los ríos y de posibles deslizamientos, en el resto del país.

Otras indicaciones a los comités locales son contar con inventarios de suministros y listas de posibles proveedores así como realizar reportes e informes de las necesidades en cada sector, detalló la CNE en un comunicado.

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Según el Instituto Meteorológico, un sistema de baja presión localizado a unos 300 kilómetros al noroeste de Limón, en el litoral caribeño, es el culpable de las lluvias en todo el territorio nacional. El fenómeno continuará incluso hasta el domingo, con un lento movimiento hacia las costas de Nicaragua.

Cerca de unos 34 poblados costarricenses han sido afectados. Los primeros daños registrados son la pérdida de 1.000 plantaciones de arroz, un puente falseado y el paso por la carretera interamericana, una de las principales del país, se mantiene cerrado.

Las lluvias de los últimos dos meses por influencia de varios huracanes han generado estragos en el país con unos 3.000 kilómetros de vías dañadas. Su reparación representará una inversión de unos 57 millones de dólares para el gobierno a lo que se suman pérdidas por unos 90 millones de dólares en el sector agrícola y viviendas.

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