Cuando los iraníes lanzaron el mes pasado un satélite al espacio, a bordo de un cohete ruso, dijeron que sus propósitos eran puramente científicos.

Pero un mes después de su lanzamiento, y apenas unas semanas después de que el presidente iraní dijese que Israel debe ser borrado del mapa, el jefe del programa espacial iraní admite ahora que el satélite Sina-1 puede espiar al estado judío.

Los funcionarios iraníes dijeron que un segundo satélite, éste de fabricación iraní, será lanzado dentro de un par de meses. Ambos satélites constituyen el comienzo del programa espacial iraní.

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El propósito declarado del Sina-1 es tomar fotos de Irán y advertir sobre la posibilidad de desastres naturales en este país proclive a los terremotos. Pero al dar unas 14 órbitas diarias a la Tierra, desde una altura de 1.000 kilómetros, Sina-1 brinda a Irán una capacidad limitada de reconocimiento que se extiende a todo el Medio Oriente, incluyendo Israel.

Sina-1 es un satélite de investigaciones, dijo el viceministro de telecomunicaciones Ahmad Talebzadeh, que encabeza el programa espacial. No es posible utilizarlo con propósitos militares.

Pero admitió que era posible utilizarlo para captar imágenes espías de Israel.

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Técnicamente hablando, sí, dijo a The Associated Press. Puede monitorear a Israel. Pero no lo necesitamos. Uno puede comprar en el mercado fotos satelitales de las calles israelíes.

La compañía rusa Polyot construyó el satélite de 170 kilogramos para Irán. Pero el gobierno de Teherán ha desarrollado la infraestructura necesaria para su programa espacial, como parte de su campaña por demostrar que puede producir tecnologías adelantadas por cuenta propia.

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Los satélites podrían ser una respuesta al satélite espía israelí Ofek-5. Israel utiliza cámaras espaciales para vigilar las actividades en los países árabes e Irán. El Ofek-5, lanzado en el 2002, vigila los territorios de Irak, Irán y Siria.

El lanzamiento del Sina-1 desde la plataforma de Plesetsk, en el norte de Rusia, representó un paso importante en la realización de las ambiciones a largo plazo del gobierno de Teherán.