El número de desplazados colombianos que solicitó auxilio y protección a las autoridades civiles y militares del Ecuador, no es oficial; se habla de cerca de quinientas personas.

El Comité de Crisis de San Lorenzo, presidido por el alcalde de ese cantón, Gustavo Samaniego (PRE), resolvió realizar una colecta pública para comprar mantas y alimentos; “si es necesario suplicaremos por ayuda a otros países, pero no vamos a dejar que masacren a civiles inocentes frente a nuestras narices”, aseguró el Alcalde.

“Los desplazados podrían ser más de 500 personas, aunque solamente se han inscrito 285, pero cientos más que tienen parientes y familiares y no se han inscrito y están albergados en casas de sus familiares”, agregó Samaniego.

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Se habilitaron ayer tres albergues para recibir a los relegados. Uno de ellos se mantiene en la Iglesia de la Misión Comboniana, el otro funciona en el asilo de ancianos y el tercero en el colegio Diez de Agosto.

Agradecidos
En este sitio los desplazados no se cansaban de agradecer a los infantes de marina del Ecuador, porque aseguran que ellos les salvaron la vida.

La pesadilla de los colombianos se inició el jueves pasado a las 10h00, según narraron varios de los afectados.

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Alberto González, de 48 años, dijo que él regresaba a su casa, ubicada en el caserío Puerto Rico de Mataje, frente a la población ecuatoriana de Corriente Larga, cuando escuchó el sobrevuelo de helicópteros a baja altura.

“Vi tres helicópteros de la Policía Antinarcóticos de Colombia. Sobrevolaron nuestro pueblo a baja altura y luego aterrizaron al otro lado, en el Ecuador, ahí desembarcaron a las tropas”, narró el testigo.

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Agregó que los policías colombianos requisaron dos casas en suelo ecuatoriano y luego pasaron en canoas a Colombia.

Martha Lucía Luna, de 32 años, madre de los menores Natalia de 7 y Néstor de 13 años, aseguró que pasado el mediodía se produjeron los enfrentamientos con la guerrilla de las FARC.

“Estaba en mi escuela y escuchamos a los helicópteros. Sonaron disparos y la profesora nos mandó a la casa, mi mami y yo salimos corriendo de la casa, yo corrí hacia unos soldados que estaban al otro lado, en el Ecuador, ellos me decían no te pares mijita, y no llores que ya viene tu mamá”, narró la niña Natalia Gómez, de 7 años, a quien la hija del alcalde de San Lorenzo (Gustavo Samaniego) le regaló una muñeca.

Wilson Artuluaga, otro campesino desplazado de 35 años de edad, agregó que todo el mundo salió corriendo hacia Ecuador.

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Agregó que unos 30 infantes de Marina de Ecuador, colocaron cuatro carros anfibios junto al río Mataje para proteger a los colombianos. “Los marinos del Ecuador les gritaban a los policías que no nos disparen que éramos civiles desarmados”, indicó el testigo.