Su camino a la inmortalidad futbolística empezó a recorrerlo el 19 de julio de 1930, en la cancha del estadio Centenario de Montevideo, durante la primera Copa del Mundo.

Esa tarde, Guillermo Stábile, el Filtrador, marcó tres goles en la victoria de Argentina 6-1 sobre México, en el segundo juego de los gauchos en el Mundial. Luego le anotó 2 a Chile (3-1). No alineó en el debut contra Francia, pero una crisis nerviosa sufrida por Roberto Cherro le aseguró la titularidad. En semifinales le marcó 2 más a Estados Unidos (6-1) y en la final que perdieron contra Uruguay (4-2) anotó su octavo tanto. Fue el primer goleador en la historia de los mundiales. Militó en los clubes Huracán, de Buenos Aires, los italianos Genoa y Nápoli y el Red Star, de Francia. Como técnico obtuvo seis copas América con Argentina (1941, 1945, 1946, 1947, 1955 y 1957). Murió en 1966 a los 60 años.