Las discrepancias entre los presidentes de los Estados Unidos, George W. Bush, y de Venezuela, Hugo Chávez, según internacionalistas como Hernán Pérez Loose, están provocando una “fractura regional”.

Después de la Cumbre de las Américas, donde el único acuerdo fue el desacuerdo sobre la creación del Área de Libre Comercio de las Américas, el hemisferio se dividió en dos. “Ecuador debe ser cauto, porque está entre dos extremismos”, dijo el ex ministro de Gobierno, Mauricio Gándara.

EL “ANTIAMERICANISMO” DE CHÁVEZ NO ES CASUAL

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Ocho días antes de la Navidad de 1982, el 17 de diciembre, el entonces capitán del Ejército venezolano Hugo Rafael Chávez Frías formó –junto a otros oficiales– un grupo de reflexión política al que llamó Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200, en alusión al bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar).

A hurtadillas de los jefes militares, los jóvenes oficiales se reunían para estudiar el pensamiento de Bolívar y discutir sobre la situación de su país, afectado por una profunda pobreza pese a ser rico en producción de petróleo.

Fue en esas jornadas de debate, en las que diez años más tarde planificó el golpe de Estado contra el mandatario Carlos Andrés Pérez, que Chávez empezó a cultivar la ideología que llamó “antiamericanista” (o anti Estados Unidos).

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Quería emular al Libertador, quien decía respetar las ideas de democracia de esa nación, aunque las consideraba inaplicables en América Latina por la diferencia de idiosincrasias, refiere Pablo Andrade, coordinador de la Maestría de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar.

Cuando ganó las elecciones de 1998, con una mayoría de votos (56,5%), esa ideología ya se había consolidado. Al asumir la presidencia en 1999, el ex militar se presentó como un “hombre de pueblo” y se declaró nacionalista con una inclinación hacia el socialismo. De ahí que una de sus primeras medidas económicas haya sido nacionalizar los capitales de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). La tercera parte estaba bajo control de inversionistas extranjeros.

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Al mismo tiempo, propugnaba la unidad latinoamericana contra “los intereses del imperio” en cuanto foro presidencial internacional participaba.

Washington miraba con preocupación la situación, aunque el entonces mandatario demócrata Bill Clinton mantenía una relación cordial con el ex militar. Fue su sucesor, el republicano  George W. Bush, quien acentuó la hostilidad calificando al proyecto de Chávez como “populismo radical peligroso para la democracia de la región”.

En adelante, según María Augusta Calle, directora de la agencia Altercom, filial de la cadena de corte bolivariana Telesur en Ecuador, EE.UU. desplegó una campaña de desestabilización en Venezuela que incluyó el supuesto apoyo al golpe de Estado contra Chávez en el 2002. Bush fue el único mandatario que reconoció al régimen del empresario Pedro Carmona.

La confrontación de Chávez gira en torno a dos intereses específicos de Estados Unidos. Primero, considera que hay que enterrar el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), porque puede ser “riesgosa” para la región al igual que los Tratados de Libre Comercio (TLC) que –a su criterio– son una suerte de “Plan B” ante el fracaso del bloque continental. Segundo, opina que la política militar de ese país tiende a involucrar a toda América Latina en la solución del conflicto de Colombia.

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Pese al constante fustigamiento hacia su homólogo norteamericano  (lo ha llamado “ilegítimo”, “pendejo”, “terrorista” e “intervencionista, invasor y colonialista”), Chávez no ha roto relaciones diplomáticas o económicas con Estados Unidos, aunque ya lo amenazó con suspender la entrega de petróleo si intentaba invadir Venezuela.

Estados Unidos –donde Venezuela tiene unas 14.000 estaciones de combustible– recibe de Venezuela 1,5 millones de barriles de petróleo diarios.

“Le vendemos petróleo a un pueblo, a una nación, a un país. Una cosa son las diferencias políticas, que ojalá bajen de tono”, dijo a la cadena BBC dos semanas antes de la cumbre de mandatarios que se realizó en Mar del Plata (Argentina) en la que quedó al descubierto una polarización regional alrededor de las figuras de ambos mandatarios.

Chávez, quien nació en Sabaneta (estado de Barinas) hace 51 años, ha buscado respaldo a su pugna con Washington en la que considera su aliada natural: Sudamérica. Para esto, según Andrade, el mandatario venezolano usa “ganchos” como la entrega de créditos petroleros (lo hizo con Bolivia y Ecuador) o alianzas para la confección de armamento militar (con Brasil).

Asimismo, con varios países centroamericanos tiene convenios petroleros. A Cuba envió misiones de médicos y maestros. Todo financiado con lo que los analistas llaman “petrodólares”: el  dinero por la venta de crudo.

La relación con México, en cambio, es tirante. “Da tristeza el entreguismo del Presidente (Fox). Qué triste que un presidente de un pueblo como el pueblo mexicano se preste a ser un cachorro del imperio”, ha dicho Chávez.

Para Heinz Dieterich, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, la coyuntura política de la región favorece a Chávez.

Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), al que Venezuela se sumará en diciembre, están opuestos al ALCA y tienen gobiernos de tendencia socialista que intentan reducir su dependencia económica de EE.UU. mediante acuerdos con la Unión Europea o China. Además, Argentina y Uruguay financian el Telesur, la cadena de televisión creada por Chávez y con ideología boliviariana, antiimperialista.

A su habilidad política, Chávez suma una ardorosa oratoria que le permite dirigirse tanto a presidentes como a masas populares con el mismo carisma. No duda, por ejemplo, en usar expresiones cotidianas para referirse a la mala suerte que, supuestamente, ocasionan los acercamientos con el mandatario norteamericano: “Bush es pavoso”, dijo a los asistentes a la cumbre alternativa en Argentina la semana pasada.

El gobierno de George W. Bush planificó un golpe de Estado contra nosotros. ¿Qué es lo que quieren? Nuestro petróleo. Igual que Iraq. La invasión a Iraq es por petróleo, lo sabe todo el mundo.

Hugo Chávez, presidente de Venezuela