Jaime Enrique Amaya Andrade se convirtió la tarde del pasado viernes en el perjudicado número 244 de los sacapintas, como se denomina a los delincuentes que identifican a sus víctimas por su apariencia física para luego robarles el dinero que retiraron de alguna entidad financiera.

Según denunció Amaya, en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), a las 13h45 se dirigió hasta la agencia del Banco del Pichincha, situada en la avenida Francisco de Orellana (norte de Guayaquil) para canjear un cheque de 809 dólares.

Luego de haber realizado la transacción abordó su vehículo (no especificó características) con dirección a la ciudadela Alborada.

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Al bajar el paso a desnivel de la avenida Rodolfo Baquerizo fue interceptado por tres delincuentes, dos de ellos con chalecos antibalas, que se movilizaban en un auto Chevrolet Corsa Evolution, sin placa, que tras intimidarlo con sus armas le arrebataron el dinero que había retirado.

Según cifras oficiales de la PJ-G, 222 robos de este tipo se reportaron entre  enero y septiembre pasados. Los otros 22 han ocurrido a partir de octubre, según denuncias de la Fiscalía adjunta a la Policía.