En el artículo del 30 de octubre de la sección ‘Domingo’, referente a la exportación de aletas de tiburón, en el párrafo tercero se me menciona como exportador de aletas de tiburón y que habría incumplido el decreto presidencial Nº 2130, publicado el 7 de octubre del 2004, que prohibía su exportación, y cita a la empresa Manifiesto como fuente de esa información.

En el párrafo cuarto del mismo reportaje, se señala textualmente: “El Banco Central del Ecuador también reporta en su sitio en internet (www.bce.fin.ec) cinco exportaciones, pero no menciona a Raúl Aguilera ni a Carmela Caputi, en su lugar registra a Jing Nieng Li, y a la empresa Ultra Especies Marinas”.

Cuando me dirigí a la empresa Manifiesto para demostrarles la equivocación, acompañando entre otros documentos el listado de mis exportaciones de los años 2004 y 2005, obtenidos en el Banco Central del Ecuador, que es el organismo oficial que autoriza y registra todas las exportaciones e importaciones del país, cuya información es pública y a la que se puede acceder en su sitio web, me indicaron que ya estaban al tanto del error y me entregaron una carta aclaratoria y de disculpas informándome que el error se originó al confundir con “aletas secas de tiburón” el significado de la palabra en inglés “dried fishmaws”, que quiere decir “buches secos de pescado”, que es el producto que yo exporto.
Aclaro esto a fin de que no se empañe mi trayectoria de muchos años como exportador y como tal, generador de divisas para el país.

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Ing. Raúl Aguilera Sánchez
Guayaquil

Nota de la Redacción: En efecto, el error fue de la empresa que proporcionó la información, como ahora lo reconocen sus voceros.