La República Checa derrotó 1-0 a Noruega, este sábado en Oslo en el partido de ida de la serie de repesca, y dio un paso gigantesco  hacia el Mundial 2006 de fútbol gracias a un gol de Vladimir Smicer (30) y una  buena actuación de Pavel Nedved en su regreso a su selección.
  
Los checos quedaron en excelente posición para conseguir el boleto a la  Copa del Mundo por primera vez en su historia, el miércoles próximo en Praga,  cuando se juegue la revancha.
  
En un partido muy luchado en el que Noruega apostó al juego físico y a la  cabeza del gigante delantero del Lyon, John Carew, para hacer la diferencia, la  República Checa se llevó un triunfo justificado de la mano de su estrella Pevel  Nedved, quien luchó y puso un funcionamiento el circuito ofensivo checo junto a  Milan Barros y Karel Poborsky.
  
El tanto visitante fue obra de Smicer a la media hora de juego, quien con  un cabezazo desde el corazón del área superó al arquero Thomas Myhre, tras un  buen centro de Poborsky. La jugada había arrancado con una pared entre el Balón  e Oro 2003 y Poborsky.
  
Esta sociedad, junto a Baros, ya había generado peligro en dos ocasiones,  pero Smicer (13) y Tomas Rosicky (20) desviaron sus disparos por poco.
  
Nedved pudo ampliar la cuenta a los 36, pero su cabezazo fue a parar a las  manos del portero noruego, luego de un buen centro de Baros, atacante del Aston  Villa que hizo olvidar la ausencia obligada de goleador Jan Koller.
  
Noruega siguió con su mismo libreto: pelotazo al área, pero la defensa  checa estuvo bien parada y el capitán Tomas Galasek lo anuló.
  
Su jugada de mayor peligro llegó a los 39 minutos, con un zurdazo que se  metía al ángulo, pero Petr Cech respondió bien.
  
En la segunda parte, Noruega, apoyada por 25.000 espectadores que  completaron el estadio Ullevaal, empujó, pero los checos manejaron la pelota,  tarea complicada por el mal estado del campo de juego, y una vez más fue el más  peligroso.
  
El mediocampista de la Juventus, Nedved, una vez más estuvo cerca de  aumentar el tanteador con un zurdazo (62) que despejó bien Myhre.
  
Los checos hicieron respetar una vez más la historia, ya que habían  superado y empatado con Noruega en los dos únicos enfrentamientos que  protagonizaron, en 1995, por las eliminatorias de la Eurocopa.
  
Ahora los hombres de Age Hareide tendrán que torcer la historia en Praga,  donde deben ganar por más de un gol para aspirar a volver a una Copa del Mundo,  que no juegan desde 1998.
  
Y también imponerse al fantasma que los persigue en los repechajes, ya que  se quedaron fuera de la última última Eurocopa, eliminados por España en otra  repesca.
  
En cambio, los de Karel Brückner están a 90 minutos de la gloria y  demostraron por qué eran favoritos. Con una generación que hizo historia  llegando a la final de la Eurocopa 1996 (Poborsky, Smicer y Nedved), está a un  paso de Alemania 2006.