La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, expresó que Estados Unidos mantendrá el rumbo en Iraq, mientras realizaba ayer una visita sorpresa para tratar de reducir las tensiones sectarias cinco semanas antes de las elecciones.

El viaje fue mantenido en secreto por razones de seguridad hasta que Rice aterrizó en Mosul, en el norte de Iraq, donde el embajador estadounidense en Bagdad, Zalmay Khalilzad, y funcionarios militares de su país le informaron sobre las operaciones de cara a las elecciones del 15 de diciembre.

“Aquí en Iraq vamos a seguir comprometidos porque los iraquíes están bien y son personas valientes y con coraje”, dijo Rice en Mosul a los periodistas que viajaban con ella en su visita inesperada.

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“Estados Unidos no va a respaldar a ningún candidato político en particular”, señaló.

Rice hizo un llamado a todas las partes y a los candidatos (a los comicios) “a trabajar, más allá de las líneas de división sectarias, en programas que favorezcan un Iraq unido”.

Hacía alusión a la mayoritaria comunidad chiita, a los kurdos, a los árabes sunitas y a los grupos minoritarios de un país que sigue sufriendo actos violentos recurrentes.

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Las tensiones sectarias entre la una vez dominante minoría árabe sunita y el actual gobierno, liderado por chiitas y kurdos, han dominado la campaña electoral.

Rice dijo que su principal objetivo era instar a los diversos partidos políticos de Iraq a superar las líneas sectarias y crear un país donde cada persona se sienta totalmente protegida.

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Mientras esto decía, minutos antes tres policías iraquíes fueron heridos cuando un coche bomba explotó en un área central de Bagdad.

Un bebé de cuatro meses murió en Iraq a manos de los asesinos de un policía en Baaquba, a 60 km al norte de Bagdad, según informó la institución local.

Otros tres soldados estadounidenses murieron al oeste de Bagdad durante la ofensiva Cortina de hierro que se lleva a cabo en la frontera con Siria, según informó el ejército norteamericano.

La ola de violencia también dejó siete insurgentes muertos tras un ataque para desmantelar una célula de comandos suicidas, según informó el ejército estadounidense.

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