Jacinto Antonio Ramírez Delgado, Carlos Alberto Ramírez Pinto, Álex Patricio Mieles Mendoza y Marco Vinicio Landa Moreira, comerciantes de pescado fichados por error en la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), denunciaron ayer haber recibido amenazas de muerte.

Por este motivo los vendedores solicitaron al presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, mediante un escrito enviado a Washington (Estados Unidos), medidas cautelares que protejan sus vidas y su seguridad.
Entre ellas que el Estado ecuatoriano, a través de la fuerza pública en este caso de Inteligencia Militar, precautele sus vidas y que se garantice su libre acceso a los tribunales de justicia.

También pidieron que el Consejo Nacional de la Judicatura y el Ministerio Público expliquen por qué fueron privados de su libertad, encarcelados durante once días y luego amenazados para que desistan de la denuncia.

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Los comerciantes fueron aprehendidos alrededor de las 19h30 del 20 de octubre, en un sector del primer puente de la vía Perimetral, cuando se movilizaban en un auto Skoda blanco, placas MCT-881, supuestamente -según un parte de la Policía- luego de abalear a un patrullero y herido al cabo José Torres Quintero y al policía Byron Salazar Michelena, durante una persecución por las avenidas José Vicente Trujillo, entre Amarilis Fuentes y Veinticinco de Julio.

El 1 de noviembre fueron liberados, luego de que el Grupo de Apoyo Operacional (GAO) de la PJ-G estableciera que no participaron en el ataque y que se trató de una confusión.

Los afectados fueron fichados y durante la aprehensión golpeados y despojados de sus teléfonos celulares y de 5.015 dólares que Mieles tenía en su poder, además de un reloj Fossil y su carro Skoda que está retenido en la PJ-G. De esta acción acusan a la Policía, pero esta señala en un parte de detención que fueron agredidos por el populacho.

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Por este motivo los comerciantes solicitaron la prisión preventiva de los gendarmes que aseguran  los apresaron: el subteniente Cristian García; los cabos José Fabián López Hernández y José Torres Quinteros; y los policías Roddy Alexis Ureña Alvarado y Byron Francisco Salazar Michelena.