La Tricolor fue recibida con muestras de afecto por  inmigrantes ecuatorianos a su llegada a Barcelona.

Euforia y abrazos. Saludos emocionados y aplausos. Banderas y carteles portados por más de cincuenta ecuatorianos residentes en Barcelona que se estremecieron al ver a sus ídolos.

Ese ambiente fue el que encontró ayer la selección de fútbol del Ecuador a su arribo al aeropuerto de El Prat.

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Después de un retraso de alrededor de seis horas la Tricolor arribó a tierra catalana, donde el próximo domingo enfrentará a Polonia en un juego amistoso que se realizará en el Miniestadi (escenario donde entrenan y juegan los equipos menores del Fútbol Club Barcelona, con capacidad para 15.276 personas).

El cónsul de Ecuador en Barcelona, Eugenio Vásquez, y el cantante Jesús Fichamba lideraron el grupo de ecuatorianos que esperaron pacientemente a la selección. Sin embargo, el retraso hizo que muchos inmigrantes se marcharan del terminal aéreo luego de más de tres debido a la demora del vuelo.

“Salimos atrasados desde Quito, pero el mayor problema se presentó en Guayaquil por un desperfecto técnico en una rueda. Eso nos obligó a partir con casi cuatro horas de retraso y perder en Madrid la conexión prevista”, explicó Luis Chiriboga Acosta, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.

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La Tri, que se hospedó en el hotel Catalonia Plaza, tiene previsto entrenar hoy a doble jornada en el centro de alto rendimiento de Sant Cugat, una población cercana a Barcelona. Antes de la práctica de la tarde, Ecuador ofrecerá una rueda de prensa en el hotel donde se concentra.