Funcionarios deberán demostrar eficiencia en tres meses, de lo contrario serán removidos.

Con el discurso de que “no (quiere) gente improvisada” en la dirección de las empresas telefónicas, el gerente del Fondo de Solidaridad, Vicente Alarcón, defendió los cambios efectuados en los directorios de Andinatel y Pacifictel.

“Nosotros estamos tratando de eliminar el motín político”, dijo el funcionario.

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En la selección de los nuevos miembros, dijo Alarcón, se trató de complementar diversas especialidades, a fin de que el equipo pueda dirigir una empresa de la categoría de las telefónicas. Para administrar una empresa se necesitan conocimientos técnicos, financieros, administrativos, gerenciales y de personal, que una sola persona difícilmente reúne, por eso se ha nombrado a  un equipo.

Según dijo se han dado las instrucciones para que cada compañía elimine la injerencia política, implemente los programas que mejoren su eficiencia y proporcionen mayor servicio a los clientes. Los resultados se evaluarán en tres meses. Si cumplido el plazo no existen resultados habrá nuevos cambios. Los planes de trabajo que se ejecuten serán discutidos con el Presidente de la República.

Los presidentes ejecutivos de ambas operadoras se posesionaron ayer.

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En Quito, lo hizo Gales Chiriboga en medio de acusaciones hechas sobre su capacidad profesional. Él, dijo ser un técnico con experiencia de 15 años, graduado en México.

Mientras en Guayaquil, renunció el presidente Nelson Guim, y se posesionó Julio Orellana.

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Alarcón justificó el cambio en Pacifictel, al indicar que la operadora vende un servicio y que por ello su obligación es también cobrar. “¿Cuál debió, entonces, ser mi respuesta si Pacifictel no cobró las facturas de consumo en septiembre, octubre y noviembre?”, se preguntó. Y se respondió: “si yo cobro entre el 15% y el 16% por los servicios ¿eso es efectividad?, ¿es eficiencia?, ¿cuánto tiempo más debía esperar para que se ejecute (cobre) lo que debió hacerse al mes?