No está definido como un psicópata. Pero, la psicóloga Elena Cedeño dice que tiene rasgos psicopáticos.

El menor de 15 años que asesinó a sus padres adoptivos y a una hermana de crianza (triple crimen), el pasado 19 de julio en la ciudadela La Garzota, será un criminal en potencia si el Estado no se responsabiliza de su rehabilitación.

Solo las terapias recomendadas: psicológica, ocupacional y pedagógica, dice la psicóloga Elena Cedeño Calvache, del departamento Técnico del Juzgado 3º de Niñez y Adolescencia (quien investigó los antecedentes y dialogó con el autor del triple crimen), “permitirán que se recupere y pueda ser reinsertado en la sociedad”.

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Las investigaciones revelan que el menor, autor confeso del crimen, nació en el hogar de las víctimas: Nicolás Antonio Moreira (69 años) y Alicia Martillo Merchán (66), en la ciudadela La Garzota.

A esa vivienda llegó la madre biológica cuando aún estaba embarazada, luego que su abuela no quisiera recibirla en ese estado.

Por recomendaciones de un familiar se quedó a trabajar con los Moreira Martillo y meses después alumbró a la criatura que supuestamente no quiso, y que los patrones lo adoptaron como hijo.

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El estudio psicológico refiere que a los 11 años el chico hizo una trastada y en vez de ser castigado un familiar cercano le dijo –por primera vez– que era un recogido. El menor sufrió un fuerte trauma psicológico al enterarse que no era hijo de quienes lo criaban.

Ese instante el adolescente asumió la idea de matar a sus padres adoptivos porque le ocultaron la verdad, y este conflicto nunca lo superó.

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Estudiaba en la Academia Naval Guayaquil y era excelente alumno hasta el octavo año básico cuando supo la verdad. Desde entonces, le restó importancia al estudio y en su mente empezó a madurar la idea de asesinar, según lo confesó ante la psicóloga, y lo dijo durante la audiencia de juzgamiento, el pasado 15 de octubre (09h00 a 18h00).

El adolescente debe cumplir una sentencia de cuatro años de internamiento en la unidad de diagnóstico y tratamiento de varones de la fase 2 del Instituto Profesional, impuesta por el juez Nixon Ruiz, del Juzgado 3º de la Niñez y Adolescencia del Guayas, dictada el pasado 17 de octubre, casi tres meses después de que asesinara a sus padres.

Aunque no puede considerárselo un psicópata, la psicóloga Cedeño dice que en el menor existen rasgos psicopáticos que pueden influir en su formación integral, luego de los cambios físicos y hormonales que desarrolle su cuerpo hasta cuando tenga su personalidad definida.

Los rasgos psicopáticos que presenta se deben a factores externos e internos, dice la psicóloga, especialmente por tratarse de un niño abandonado por sus padres biológicos, que según las investigaciones, no tenían buenos antecedentes y vivían en completa promiscuidad, ignorancia, desnutrición y pobreza extrema.

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La psicóloga dice que su investigación no determinó maltrato contra el menor. Pero, en las charlas que tuvo, el joven le dijo que desde chico “recibía castigo normal”.

En el juicio por la muerte de sus padres adoptivos existe una confesión del menor. “Él reconoce la autoría del asesinato y se hace responsable de todos sus actos”, afirma el juez Nixon Ruiz.

El juzgador recuerda que durante la audiencia preliminar el joven autor del triple crimen “pidió a los hermanos que le sepan perdonar. Exigió perdón y confesó que él es el autor y que por tanto esperaba que se le imponga la medida (pena) que sea, que él estaba dispuesto a cumplirla”.

En el proceso consta el informe de una química farmacéutica, donde se explica que hay muestras de escopolamina en la orina y la sangre, que no se han podido determinar de qué origen son.

En el Instituto Profesional recibirá, además de las terapias, reforzamiento de valores éticos y morales que conlleven a una evolución favorable de su personalidad, asistencia educativa a distancia y actividad artesanal en los talleres del Hogar de la fase 2.

Posiblemente tenga una lesión orgánica cerebral, que habría que descartarla con exámenes especiales (tomografías o electroencefalogramas).

EVALUACIÓN

PSICOPATÍA
Los rasgos psicopáticos en el menor autor del triple crimen pueden ser hereditarios o por lesión orgánica cerebral causada por algún golpe en el nacimiento.

ANTECEDENTES
Según la psicóloga Elena Cedeño, podrían existir antecedentes psicopatológicos familiares o conflictos internos no elaborados al enterarse que era un hijo adoptivo cuando estaba en la transición de la pubertad a la adolescencia.

NO HABLABA
Contribuyó su carácter. Era callado, de escasos amigos y poco hablar. Por eso su problema nunca lo habló con un amigo, pariente o sacerdote. Nadie lo orientó sobre sus ideas psicopáticas hasta que tomó cuerpo el problema y cometió el crimen.