Ayer fueron incinerados los 4.295,87 kilos de clorhidrato de cocaína incautados por la Policía en dos operativos antidrogas: Tiburón Blanco y Corcel, ejecutadas el 13 y 28 de octubre pasados, respectivamente.

Antes de proceder a la quema, el Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep) tomó muestras de dos paquetes de drogas para demostrar su autenticidad.

Ambas diligencias, ordenadas por los jueces 10º de lo Penal del Guayas, Édgar Salazar Vera, en el caso Tiburón Blanco; y Julio Vásquez Varas, de Durán, en el caso Corcel; se realizaron en los hornos de la cementera Holcim, km 18 de la vía a la costa.

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El caso Tiburón Blanco permitió la incautación de 2.963,60 kilogramos de clorhidrato de cocaína en el interior del barco pesquero José Antonio, localizado a 330 millas al suroeste de las islas Galápagos, por la fragata estadounidense McLusky.

Según la causa penal iniciada por el fiscal Jorge Solórzano Ferrando, el José Antonio zarpó del puerto de Manta, supuestamente a faenas de pesca en aguas internacionales y en una revisión de rutina, la patrulla norteamericana descubrió la droga que estaba camuflada en las boyas de la embarcación.

En el proceso, que permitió la captura de 16 personas, se detalla que la Policía inició las indagaciones luego de que recibiera la llamada de una mujer que alertó del embarque del alcaloide que salió de Guayaquil a Manta, para un envío a Guatemala y EE.UU.

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El operativo Corcel logró el decomiso de 1.332,26 kilogramos de cocaína que iban a ser trasladados al puerto Manzanillo, en México.

Durante la acción, fueron capturados tres sujetos de nacionalidad colombiana y fue retenido un caballo, valorado en 20 mil dólares, al que la operación debe su nombre.