Los amigos  celebraban la clasificación del Barcelona al torneo Clausura cuando fueron asesinados.

Tres hombres murieron la madrugada de ayer, tras ser acribillados a balazos por dos encapuchados, en un sector al noroeste de Guayaquil.

En circunstancias que no pueden entender tanto los familiares, vecinos y amigos de Jorge Vicente Silva Cortez, de 29 años; Gustavo Luzuriaga Maza, de 33; y Antonio Aurelio Vera Ordóñez (34), perecieron en manos de hampones luego de haber compartido una tarde deportiva.

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Según versiones de testigos del hecho y de los familiares de Luzuriaga Maza, a la 00h45 las víctimas se encontraban sentados en un banco de madera en las afueras de la vivienda de Silva Cortez, situada en el barrio Pueblo Nuevo de la cooperativa Nueva Prosperina (noroeste).

Indicaron que los jóvenes comentaban y celebraban la victoria del Barcelona frente al Deportivo Quito, que concluyó con la clasificación del primero al torneo de fútbol Clausura.

Señalaron que luego llegaron dos tipos encapuchados a bordo de una moto, quienes se acercaron a los tres amigos y, sin darles oportunidad de reaccionar, les dispararon.

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“Luego de escuchar por lo menos doce disparos yo salí de mi casa a ver lo que pasaba y solamente encontré los tres cuerpos agonizando en el suelo”, mencionó el morador Cristobal Mero.

Los habitantes de la cooperativa dijeron que después de que los sujetos cometieron el asesinato, éstos salieron a precipitada carrera en la motocicleta.

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“Yo vi cuando la moto se iba a toda velocidad y metros más adelante hicieron otros disparos como para que nos los siguieran”, argumentó Carlos Pinal, habitante del lugar.

Jorge Luzuriaga, mientras observaba  el féretro de su hermano en la sala H de la Junta de Beneficencia, afirmó que  no sabe los motivos por los que asesinaron a los tres amigos.

Manifestó que su hermano, Gustavo Luzuriaga, no tenía problemas con nadie y que se dedicaba a trabajar como comerciante para mantener a sus dos hijas.

“A Gustavo lo vi cuando salió de la casa, él nos dijo que se iba para el estadio porque quería ver jugar a Barcelona, luego ya no volví a saber más de él hasta que me avisaron que estaba muerto. No sé por qué le hicieron esto si él era tranquilo y recién teníamos un mes viviendo por aquí”, explicó.

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Los familiares de Antonio Vera dijeron que él había llegado a Guayaquil hace quince días, ya que vivía en el cantón Buena Fe, de la provincia de Los Ríos, donde se dedicaba a la agricultura.

Descartaron que el crimen de Vera haya sido producto de una venganza o un ajuste de cuentas porque “él aquí no conocía a nadie, recién se había hecho amigo de los otros que mataron, a lo mejor los delincuentes estaban buscando a uno de ellos y mi cuñado por estar ahí también lo mataron para que no haya testigos”, dijo Alfredo González.

Según reportes policiales, los cuerpos de las víctimas presentaban más de tres impactos de proyectil en sus cuerpos.

Al menos 25 personas son asesinadas cada mes en Guayaquil, según cifras divulgadas por la página web de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), basadas en informes policiales que señalan que desde el 1 de enero hasta el 21 de octubre pasado han ocurrido 248 homicidios.

Esta cifra revela que en promedio ocurren dos crímenes cada dos o tres días en la ciudad, según informes de la Policía Judicial del Guayas.