Argentina justificó su decisión de no reprimir de inmediato a los manifestantes que destrozaron decenas de comercios durante la IV Cumbre de las Américas, el pasado viernes, y aseguró que los incidentes fueron menores a los de otras reuniones similares.

“Una reacción más inmediata (de las fuerzas de seguridad) hubiera significado, a lo mejor, un problema mucho mayor del que se vio”, dijo el ministro del Interior, Aníbal Fernández.

Cientos de manifestantes en Mar del Plata y Buenos Aires destruyeron el viernes sucursales bancarias, gasolineras, locales de comida rápida, oficinas telefónicas y otros comercios estadounidenses, españoles y argentinos.

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En la zona de los incidentes, ayer todo estaba en calma y solo se veía obreros reparando los edificios dañados y una fuerte custodia policial en negocios de capitales estadounidenses.

Los incidentes dejaron un saldo de 72 detenidos y varios heridos.

El grupo radical de ultraizquierda Quebracho justificó los ataques a bancos y locales comerciales a los que calificó de “locales emblemáticos del imperialismo y del saqueo nacional” ante la “provocación que significa la presencia del presidente de EE.UU., George W. Bush en Argentina”.

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Los hechos violentos generaron polémica  entre quienes los atribuyeron a “marginales de la política” y quienes sospechan  de rivales internos del presidente Néstor Kirchner y hasta de la CIA.

El Premio Nobel de la Paz (1980)  Adolfo Pérez Esquivel, consideró que los disturbios tuvieron el  propósito de “enturbiar” la Cumbre de los Pueblos, paralela a la de Las Américas, así como a la marcha pacífica y el acto que se hizo más temprano el pasado viernes con la presencia del presidente de  Venezuela, Hugo Chávez.

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“Son marginales de la política. En general tienen identidad política  definida”, dijo a la Radio del Plata, Felipe Solá, gobernador de la provincia de  Buenos Aires, donde se encuentra Mar del Plata.

El diputado Miguel Bonasso, partidario del presidente Néstor Kirchner, dijo que se trató de “provocadores e infiltrados” y conjeturó que pudieron ser instrumentados por la Central de Inteligencia de EE.UU.(CIA).